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        36.    
      Los datos anteriores demuestran que la desnutrición sigue siendo
      un problema serio y preocupante en Guatemala, a pesar de haberse reducido
      en los últimos años. Según los datos obtenidos, cerca del 45% de la
      población tiene desnutrición crónica (baja talla por edad), un 2.5%
      desnutrición aguda (bajo peso para talla) y un 24% presenta desnutrición
      global (bajo peso por edad). A continuación, se presentan algunos datos
      de desnutrición en atención a la región, sexo, área y etnicidad.   
   F.      
      Las personas con discapacidad           
      37.     Las
      personas con discapacidad enfrentan obstáculos adicionales en el
      ejercicio de toda la gama de derechos económicos, sociales y culturales
      que les corresponden, incluyendo el acceso a la atención de salud, la
      educación y las oportunidades de trabajo en condiciones justas y
      equitativas.  De conformidad con el Artículo 53 de la Constitución, que
      garantiza la protección de las personas con limitaciones físicas,
      mentales o sensoriales, y las disposiciones de los acuerdos de paz que dan
      prioridad a las necesidades de quienes han sufrido como consecuencia del
      conflicto y a los veteranos del Ejército y de la URNG con discapacidad,
      en 1996 el Congreso adoptó el Decreto 135-96, “Ley de Atención a las
      Personas con Discapacidad”.  Esta
      ley establece las obligaciones generales del Estado y la sociedad civil
      destinadas, entre otras cosas, a garantizar que las personas con
      discapacidad tengan igual acceso a oportunidades y servicios, eliminar las
      diversas formas de discriminación que impiden que estas personas ejerzan
      sus derechos, y respaldar su rehabilitación integral.  38. Una de las medidas altamente valiosas que exigió esta ley fue el establecimiento del Consejo Nacional para la Atención a las Personas con Discapacidad (CONADI), integrado por representantes de entidades estatales encargadas de establecer políticas en las áreas pertinentes, incluyendo el Procurador de los Derechos Humanos, y delegados de la sociedad civil. Esta composición refleja uno de los objetivos de la ley -el de garantizar que las personas con discapacidad participen en el establecimiento de los programas y las políticas que las afectan. Sin embargo, las organizaciones no gubernamentales que trabajan en esta área han informado a la Comisión que al establecimiento del CONADI, que tuvo lugar hace varios años, no le ha seguido el financiamiento suficiente para lograr avances en la consecución de sus objetivos.[34]          
      39.    
      La Comisión continúa recibiendo información acerca de las
      barreras que enfrentan las personas con discapacidad, especialmente en las
      áreas de educación, atención de salud y trabajo. 
      En el área de la educación, por ejemplo, la información recibida
      de fuentes no gubernamentales indica que en algunos casos se presiona a
      los niños con necesidades especiales que, no obstante, podrían prosperar
      en el sistema escolar público a seguir programas de educación especial o
      a quedarse en casa, en tanto que los servicios de educación especial para
      los niños que realmente los requieren son pocos, especialmente en las áreas
      rurales en donde el acceso a la educación ya es objeto de severas
      limitaciones.  La Comisión ha recibido información en el sentido de que se
      inició un programa piloto en el área metropolitana hace varios años
      para proporcionar educación integrada en diez escuelas públicas y espera
      recibir información adicional sobre ésta y otras positivas iniciativas
      de esta naturaleza.  El acceso
      a la educación es absolutamente crítico para todos los niños y tiene
      una función fundamental para garantizar que las personas con discapacidad
      sean capaces de desarrollar su potencial, encontrar un empleo
      significativo en el futuro y participar plenamente en la sociedad nacional.   40.    
      El acceso a la capacitación técnica y profesional es igualmente
      importante para los adultos con discapacidad. 
      Al respecto, en sus observaciones al proyecto de informe, el Estado
      señaló que el Instituto Técnico de Capacitación y Productividad (INTECAP),
      “aún con limitaciones, viene trabajando en el sentido de capacitar a
      estas personas en áreas u ocupaciones que les permitan desarrollar
      actividades que, además de generar ingresos, cuenten con la facilidad de
      trabajar en sus propios proyectos y no necesariamente en calidad de
      dependencia”.  Informó que
      el programa tiene cobertura en las principales regiones del país.  41.    
      Además, el acceso a la atención de salud es esencial, tanto para
      prevenir todas las formas de discapacidad que se puedan prevenir como para
      garantizar la detección temprana, la intervención y la rehabilitación
      en otros casos.  Además,
      aunque se han tomado algunas medidas iniciales para mejorar el acceso a
      los edificios y la movilidad, por ejemplo, la incorporación de
      plataformas especiales en ciertos autobuses en la capital para colocar
      sillas de ruedas, éstos continúan siendo desafíos importantes.           
      42.     La
      Convención Interamericana para la Eliminación de Todas las Formas de
      Discriminación contra las Personas con Discapacidad, abierta para su
      firma en la Ciudad de Guatemala en junio de 1999, establece principios
      adicionales, coherentes con los objetivos generales de la Ley de Atención
      a las Personas con Discapacidad y destinados a garantizar el derecho de
      las personas con discapacidad de ejercer sus derechos y libertades
      fundamentales libres de discriminación. 
      La Comisión exhorta al Estado a considerar más detenidamente la
      ratificación de este instrumento de protección.           
      43.      El Estado guatemalteco necesita
      de manera urgente dar solución a los graves problemas económicos y
      sociales que padece. La solución de estos problemas depende en gran
      medida del cumplimiento efectivo de los compromisos fiscales de ingresos y
      gastos incluidos en los acuerdos de paz. 
      En este contexto, la política fiscal adquiere una especial
      importancia debido a que constituye una de las herramientas claves para
      propiciar una distribución más equitativa de los frutos del crecimiento
      económico y para el desarrollo sostenible de Guatemala en el mediano y
      largo plazo.[35]
      
                 
      44.     En
      el Acuerdo Socioeconómico se indica que la política tributaria “debe
      concebirse en forma que permita la recaudación de los recursos necesarios
      para el cumplimiento de las tareas del Estado” y debe basarse en un
      sistema justo, equitativo, universal, obligatorio y globalmente progresivo.[36]
      
      En este sentido, con el fin de incrementar los ingresos del Estado para
      hacer frente a las diferentes necesidades sociales 
      e impulsar el desarrollo social, el Gobierno se comprometió en los
      acuerdos de paz a que “antes del año 2000, la carga tributaria en
      relación al PIB se haya incrementado en, por lo menos, un 50%respecto de
      la carga tributaria de 1995.”[37]
      
      Esta meta (año 2000) fue reprogramada y se estableció que para el año
      2002 la carga tributaria en relación al PIB debe ser de 12%.  45.    
      Dentro del acuerdo se planteó asimismo, la necesidad de
      desarrollar un proceso de concertación nacional alrededor de la política
      fiscal en la que debían participar diferentes actores sociales. De esta
      manera se creó una Comisión preparatoria del Pacto Fiscal, la cual
      produjo el documento “Hacia un Pacto Fiscal en Guatemala”, el cual
      sirvió de base para su concertación. El 25 de mayo de 1999, después de
      un largo período de dialogo y negociación más de 130 organizaciones
      representantes de la sociedad y con la presencia de los tres poderes del
      Estado, se suscribió el documento denominado “Pacto Fiscal para un
      Futuro con Paz y Desarrollo.” Posteriormente, los representantes de la
      sociedad civil y los representantes del sector empresarial, firmaron el
      “Acuerdo Político para el Financiamiento de la Paz, el Desarrollo y la
      Democracia en Guatemala”, el cual contiene medidas concretas que marcan
      el inicio de los cambios tributarios y administrativos para la construcción
      del nuevo sistema fiscal en Guatemala.           
      46.     La Comisión valora que se haya suscrito con
      una amplia participación social el documento “Acuerdo Político para el
      Financiamiento de la Paz, el Desarrollo y la Democracia en Guatemala”.
      El Pacto fiscal en sí y el aumento de la carga tributaria no son fines en
      sí mismo, sino medios para alcanzar una mayor justicia social y un
      desarrollo sostenible.     Conclusiones
      y Recomendaciones  47.    
      Los acuerdos de paz han servido como el marco de referencia mínimo
      de orientación en cuanto a las políticas socioeconómicas de Guatemala.
      En los últimos años han habido algunos avances en la protección de los
      derechos sociales y económicos en Guatemala, pero al mismo tiempo, la
      gran mayoría de la población guatemalteca sigue inmersa en la pobreza,
      sin acceso a servicios básicos, privados de oportunidades y viviendo en
      una sociedad con grandes desigualdades sociales y económicas.  48.    
      La falta de acceso a la educación y la todavía alta tasa de
      analfabetismo sumados a las deficiencias en los servicios de salud, las
      altas tasas de mortalidad infantil y materna, la desnutrición, la falta
      de elementos básicos de higiene en los hogares entre otras carencias,
      imposibilitan un efectivo desarrollo humano y consecuentemente un
      desarrollo sostenible de Guatemala.  Asimismo,
      las personas con discapacidad encuentran en Guatemala obstáculos
      adicionales en el ejercicio de sus derechos económicos, sociales y
      culturales.  49.    
      Si bien el Estado guatemalteco ha realizado un gran esfuerzo al
      alcanzar un acuerdo en torno al Pacto Fiscal, queda mucho por hacer al
      respecto de manera que este pueda satisfacer de manera efectiva las
      demandas sociales.           
      50.     A
      la luz del análisis y conclusiones precedentes, la Comisión recomienda
      al Estado que:  1.      
      Siga haciendo todos los esfuerzos para alcanzar las metas
      propuestas en los acuerdos de paz, que exista una distribución equitativa
      de la riqueza y que el Estado pueda contar efectivamente con más recursos
      para poder solventar la inversión pública y el gasto social.  2.      
      Se cumpla efectivamente el Pacto Fiscal y se implementen los
      mecanismos apropiados para evitar la evasión tributaria.[38]  3.     
      Siga trabajando conjuntamente con los representantes de la sociedad
      civil, de manera constructiva buscando la justicia social y el desarrollo
      sostenible para las generaciones presentes y futuras en los diferentes
      problemas y desafíos que se tengan por delante.  4.      
      Amplíe las gestiones en marcha para apoyar y financiar la puesta
      en práctica de las recomendaciones de la Comisión para el
      Esclarecimiento Histórico orientadas a reparar los daños y perjuicios
      ocasionados como consecuencia de las violaciones de los derechos humanos
      del conflicto armado.  5. Ratifique la Convención Interamericana para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra las Personas con Discapacidad. [Indice | Anterior | Próximo ] [34] El Estado guatemalteco ha señalado que para el cumplimiento de las metas contenidas en los planes operativos anuales el Congreso de la República aprobó para el período presupuestario 20001 la cantidad de Q.5.585,738.00, lo que representa un incremento del 74% en relación con el presupuesto del año 2000. [35] Históricamente en Guatemala la carga fiscal ha sido extremadamente baja. Ésta ha tenido un valor promedio del 7.8% del Producto Interno Bruto. El promedio para América Latina ha sido de 13.5%. [36] En Guatemala los impuestos indirectos se ubican en un rango de entre 75 y 80 %, respecto del total de ingresos tributarios, situación que no sólo torna altamente regresivo el sistema tributario guatemalteco, sino que además tiende a fortalecer la inequidad social en la distribución del ingreso [37] El Estado guatemalteco ha señalado en sus observaciones que no fue posible cumplir con dicha meta, debido a la resistencia del sector privado para acuerpar una reforma tributaria que eventualmente estaría girando sobre mayores gravámenes en los impuestos directos. Asimismo, el Estado señaló que “el sector productivo privado no se opone estrictamente al proceso de reforma tributaria, pero condiciona su apoyo a que ésta descanse principalmente sobre la categoría de ingresos tributarios indirectos, básicamente sobre el IVA, pues aduce que los impuestos directos constituyen un castigo a la diligencia y espíritu empresariales y que tienden a desincentivar la inversión privada” [38] El Estado señaló en sus observaciones que “en Guatemala la evasión fiscal es alarmante, aún cuando no se cuenta con cifras precisas, un cálculo sencillo ilustra sobre su importancia y efectos perniciosos en los esfuerzos por mejorar la recaudación fiscal. Por ejemplo, en 1998 la recaudación del IVA fue Q. 5,299.1 millones, cantidad que comparada con la que efectivamente debería haberse captado por tal concepto, según el nivel de gasto por consumo privado del mismo año en el país (Q.105,428.5), estaría reflejando una evasión cercana al 50%.  | 
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