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INTRODUCCION La Comisión Interamericana de Derechos Humanos tiene el honor de someter su Informe a la Asamblea General, en cumplimiento de lo dispuesto en el Artículo 52, f de la Carta de la Organización de los Estados Americanos. Este Informe contiene cinco Capítulos y ha sido elaborado tomando en consideración la Resolución 331 (VIII-O/80) de la Asamblea General y el Articulo 63 del nuevo Reglamento de la CIDH. El Primer Capítulo contiene una síntesis del origen y bases jurídicas de la Comisión. En este Capítulo se expresa, asimismo, en forma sucinta, las relaciones que la Comisión ha mantenido con otros organismos del sistema mencionado y con los organismos regionales y mundiales dedicados a los derechos humanos, durante los años 1985 y 1986. El Capítulo Segundo se refiere a las actividades de la Comisión en el período que comprende el presente Informe. En tal sentido, se destacan las principales actividades llevadas a cabo por la Comisión así como los diversos períodos de sesiones. Se incluye una relación de la participación de la Comisión en el decimoquinto período ordinario de sesiones de la Asamblea General, así como las Resoluciones adoptadas por este órgano relativas a las labores de la Comisión en el campo de los derechos humanos. El Capítulo Tercero se titula "Resoluciones relativas a Casos Individuales". Este capítulo contiene diversas resoluciones tomadas por la Comisión referentes a una serie de casos que le fueron presentados, y a los cuales dio trámite de conformidad con las disposiciones legales que la rigen. En el Capítulo Cuarto, la Comisión ha incluido informes especiales sobre la evolución de la situación en materia de derechos humanos en Cuba, Chile, El Salvador, Guatemala, Haití, Nicaragua, Paraguay, y Suriname–todos los cuales habían sido objeto de previos informes de la Comisión–a fin de analizar la medida en que el correspondiente gobierno ha dado cumplimiento a las recomendaciones formuladas por la Comisión en esos previos informes y analizar el desarrollo que ha experimentado la observancia de los derechos humanos en esos países en los últimos doce meses anteriores a la aprobación del presente Informe. En el Capítulo Quinto, la Comisión ha preparado un estudio sobre los campos en los cuales los Estados han de tomar medidas para dar mayor vigencia a los derechos humanos, de conformidad con la Declaración Americana de los derechos y Deberes del Hombre y la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Estos dos últimos capítulos han permitido a la comisión hacer un análisis global, aunque necesariamente incompleto, de la situación por la que atraviesan los derechos humanos en el Continente y proponer algunas medidas que permitan una mejor observancia de ellos. En el momento actual, a juicio de la Comisión, los derechos humanos en muchas partes de la región atraviesan una situación difícil y compleja. Por una parte, la mayoría de los pueblos que vivían situaciones de opresión, represión y supresión de sus oponentes, han alcanzado –con coraje y civismo– la democracia; pero, por otra, la Comisión debe comprobar, con dolor, que aún subsisten en América regímenes sustentados sólo en la fuerza y que incluso, en algunos casos, la llegada de gobiernos mediante elecciones al poder no siempre ha ido acompañada del respeto a la persona humana. Subsisten, pues, en muchas áreas, problemas graves que hay que afrontar. A juicio de la comisión, la más grave crisis que están afrontando los derechos humanos en la región se refiere concretamente al derecho a la vida, que es el primero y principal de todos los derechos. Las transgresiones que se observaron a ese fundamental derecho durante el período a que se contrae este informe, obedecieron principalmente a dos causas: La primera, se ha debido a las convulsiones internas y a las guerras civiles que especialmente están teniendo lugar en Centroamérica, las que han dejado como principales víctimas, además de los propios combatientes, a considerables sectores de la población civil por acciones imputables tanto a las fuerzas regulares como a las insurgentes, como consecuencia de bombardeos a poblaciones civiles, minamiento de campos y caminos y ejecuciones sumarias en violación al derecho internacional humanitario. Otra cause que ha afectado al derecho a la vida en el período que se cubre este informe, se ha debido a la polarización social, resultado de la falta de participación política. La negación de los derechos políticos, a su vez, ha dado origen a actos de terrorismo, tanto contra los gobiernos como provocados por los propios gobiernos. Al optarse por la violencia como forma de dirimir tales conflictos, la Comisión advierte que se han reforzado mutuamente los extremismos y las posiciones racionales y pacíficas han quedado sin opción. En ese contexto también la Comisión, al analizar la situación de los derechos humanos en varios países, ha advertido que en algunos de ellos la falta de un Poder Judicial eficiente y moderno, con capacidad para corregir con prontitud los errores o los abusos de la autoridad, ha facilitado también numerosos violaciones de derechos humanos. Vinculado al Poder Judicial se encuentra el problema de la falta eficacia que en algunos Estados ha tenido el recurso de habeas corpus cuando se han decretado estados de emergencia. Por su importancia, la Comisión solicitará una opinión consultiva a la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre este asunto. Otro grave problema que se ha presentado durante el período a que se contrae este informe se refiere a las persecuciones de que han sido objeto las organizaciones de derechos humanos, las que han venido cumpliendo una meritoria labor que la Comisión quisiera destacar precisamente en aquello Estados donde el Poder Judicial se encuentra más disminuido o limitado. Este último problema, así como el relativo al de la elaboración del Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos, que por mandato de la Asamblea General le ha correspondido elaborar a la Comisión, se contienen en el último capítulo del presente informe. |