|
ANEXO
VII
INFORME
DE LA MISION A PERU I
Antecedentes A
raíz de la ruptura de la institucionalidad democrática en Perú, ocurrida el 5
de abril
pasado, la Secretaría Ejecutiva de la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos recibió numerosas comunicaciones dando cuenta de diversas medidas de
fuerza adoptadas y aplicadas por el nuevo gobierno, entre las que deben citarse
la ocupación y clausura del Palacio Legislativo y del Palacio de Justicia; el
arresto domiciliario de los Presidentes de ambas Cámaras del Congreso y de
otros parlamentarios; el allanamiento de viviendas particulares, requisas y
arresto de conocidos dirigentes políticos, en su mayoría del Partido Aprista;
y la detención de un periodista y de otros dirigentes políticos de oposición,
quienes permanecieron privados de su libertad por varios días sin que se
conociera su paradero. Asimismo la Comisión fue informada sobre la clausura de
al menos dos órganos de información y del envío de personal militar a las
instalaciones de diarios, revistas, estaciones de radio y televisoras. El
martes
7 de abril se informó que tropas combinadas del Ejército y la Policía
Nacional habían ocupado las instalaciones del Centro Penal "Miguel Castro
Castro" del que había sido retirado todo el personal civil del Instituto
Nacional Penitenciario, generándose un clima de gran tensión, dada la
experiencia ocurrida en el pasado reciente que involucraron gravísimas
violaciones a los derechos humanos. La Secretaría Ejecutiva de la Comisión
procedió a dar trámite a las comunicaciones recibidas, remitiéndolas al
Gobierno. También realizó otras gestiones que son propias de estas
situaciones. El
Consejo
Permanente de la Organización convocó a una reunión ad-hoc de Ministros de
Relaciones Exteriores conforme a lo previsto en' la Resolución AG/RES. 1080
(XXI-0-91) y el Compromiso de Santiago con la democracia, a fin de considerar
"la grave situación por la que atraviesa" el Perú. La Reunión ad-hoc
se celebró el 13 de abril en Washington y resolvió "hacer un llamado para
que se restablezca urgentemente el orden institucional democrático en el Perú
y se ponga fin a toda acción que afecte la vigencia de los derechos humanos,
evitándose la adopción de nuevas medidas que continúen agravando la situación."
Resolvió también "expresar su honda inquietud por la actual situación de
los derechos y libertades en el Perú, demandando a sus autoridades que
garanticen el pleno respeto y ejercicio de los derechos de reunión y asociación,
libertad de expresión, pensamiento y libertad de prensa." En la Resolución
se decidió, asimismo, enviar una misión de Cancilleres, acompañada por el
Secretario General de la OEA a Perú, con el propósito de promover un diálogo
entre las autoridades y las fuerzas políticas "dirigido a establecer las
condiciones y el compromiso entre las partes para el restablecimiento del orden
institucional democrático, dentro del pleno respeto a la separación de
poderes, -los derechos humanos y el Estado de Derecho." En
el párrafo 5 de su Resolución, la Reunión ad-hoc de Ministros de Relaciones
Exteriores urgió al Gobierno del Perú "a que formalice su invitación a
la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para que investigue la situación
de los derechos humanos en el Perú, sobre lo cual deberá informar al Consejo
Permanente." En esa misma Reunión ad-hoc el Gobierno del Perú, a través
del Ministro de Relaciones Exteriores invitó a la Comisión a viajar a su país
"en el más corto plazo." II.
Actividades realizadas La
misión fue cumplida por la Secretaria Ejecutiva de la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos, doctora Edith
Márquez,
y por el abogado de Secretaría, señor Luis F. Jiménez, por expresas
instrucciones del señor Presidente de la Comisión, doctor Marco Tulio Bruni
Celli,
previa consulta con el primer y segundo vicepresidentes de la Comisión, doctor
Oscar Luján Fappiano y profesor Michael
Reisman
respectivamente. El Presidente de la Comisión había decidido no viajar a Perú
hasta tanto se esclareciera el malentendido ocasionado por la tergiversación de
declaraciones que efectuara a la prensa de Caracas en las que informaba que la
Comisión viajaría a Lima en cumplimiento de lo acordado por la Reunión de
cancilleres y con el propósito de estudiar la situación de los derechos y
libertades en el Perú. Debe señalarse que esta situación fue debidamente
esclarecida tal como informó a la opinión pública el entonces canciller del
Perú y el Ministerio de Relaciones Exteriores a través del comunicado de
prensa, que se adjunta. La
misión permaneció en Lima los días 23 y 24 de abril de 1992 y, en el curso de
la misma, se entrevistó con funcionarios del Gobierno y con miembros de las
Fuerzas Armadas. También visitó el local del Partido Aprista.
Peruano, allanado por fuerzas de seguridad luego de la ruptura de la
institucionalidad constitucional; visitó la casa de habitación del
expresidente Alan
García,
entrevistándose con su esposa, doña Pilar Nores de García; se reunió
asimismo con el señor Máximo San Román, designado Presidente de la República
por el Congreso, con el doctor Felipe Osterling, Presidente del Senado, y con
otros parlamentarios peruanos. Debe señalarse aquí que el cambio de fecha de
último momento en que la misión de la Comisión debía viajar a Lima, así
como otros inconvenientes de diversa naturaleza encontrados en el curso de la
misma, imposibilitaron que se cumplieran otras actividades tales como una reunión
con senadores y diputados de diversas tendencias políticas. La misión también
se reunió con representantes de los organismos que conforman la Coordinadora Nacional de organismos de Derechos
Humanos, de la Comisión Episcopal de Acción Social y de la Comisión Andina de
Juristas. También se reunió con representantes de organismos sindicales y
laborales, con altos funcionarios públicos
destituídos
o
que han renunciado a raíz de la situación creada por el Gobierno a partir del
5 de abril de 1992 y con otras personas que han denunciado la violación a sus
derechos humanos. La misión se reunió con representantes de organismos de
medios de comunicación, También visitó el establecimiento penal "Miguel
Castro Castro." III. Aspectos
observados En el curso de misión se recibió la información, hecha pública por el señor Presidente de la República, sobre el cronograma establecido para restituir la vigencia de un ordenamiento constitucional, así como sus manifestaciones de la voluntad de preservar el respeto a los derechos humanos, superando las limitaciones a que hoy se ven sometidos algunos de ellos. Se recibió también información sobre la liberación de algunos de los dirigentes políticos, de un periodista y de abogados detenidos el 5 y 6 de abril. Se informó sobre la interrupción transitoria de las emisiones de dos órganos de información. La misión fue informada, asimismo, que el semanario "Cambio" había sido intervenido y se encontraba imposibilitado de continuar operando. Motivo
de especial preocupación fue el informe recibido sobre la desaparición del señor
Andrés de los Ríos Bernardini, hecho ocurrido el 14 de abril de 1992 cuando
fuera detenido por la Policía Nacional en el curso de una manifestación pacífica
de protesta. La misión entregó la información correspondiente al Gobierno del
Perú y espera recibir a la brevedad noticias sobre la reaparición con vida del
señor de los Ríos. En
lo que se refiere al derecho a la libertad personal, la misión recibió
informaciones de personas que habían sido detenidas el 5 y 6 de abril por
fuerzas de seguridad, detenciones que se habían realizado sin cumplir con las
formalidades legales, basadas en una orden abierta suscrita por el Jefe del
Comando Conjunto de la Fuerza Armada con indicación verbal de las personas que
debían ser detenidas. De acuerdo con la información recibida, no se comunicó
a los afectados los cargos en su contra ni a su familiares el destino a los que
eran conducidos manteniéndose así a los detenidos en un grave estado de
incertidumbre y zozobra lo cual constituye una violación del derecho a la
integridad personal. Salvo estas serias irregularidades, los detenidos con que
se entrevistaron los integrantes de la misión manifestaron no haber sido
maltratados durante el procedimiento de arresto y en el lapso de la privación
de su libertad. A
la fecha de elaboración de este informe, dos casos continúan pendientes de resolución: el del expresidente Alan
García
y el del exministro del Interior señor Agustín Mantilla. En ambos casos, según
la información recibida, las autoridades militares encargadas de los operativos
procedieron con violencia y desconocimiento de toda norma legal y humanitaria.
En el caso de la familia del expresidente Alan
García
tanto su esposa como sus hijos de corta edad fueron objeto de un
trato en extremo negativo. La misión pudo comprobar los daños dejados por
disparos de arma de fuego contra la residencia familiar del expresidente en la
que al momento del allanamiento se
encontraban sus menores hijos. También recibió detalles de los infructuosos
intentos de la señora de Garcia
por
interponer recursos judiciales a fin de cautelar los derechos de su esposo. En
el caso del ex-ministro Mantilla ya se le habrían formulado cargos judiciales,
concretamente la acusación de posesión ilegal de armas de fuego. La Comisión continuará
observando con atención el
desarrollo de ambos casos. La
decisión del Gobierno de intervenir el Poder Judicial, cesando a 13 miembros de
la Corte Suprema, destituyendo a más de un centenar y medio de jueces e
inhibiendo el funcionamiento del Ministerio Público, ha dificultado seriamente
la posibilidad de interponer recursos judiciales con miras a
la protección de los derechos de las personas. La situación así creada es
en extremo grave y violatoria de normas internacionales, pues los recursos
instituidos para cautelar los derechos básicos de la persona no pueden ser
suspendidos en ninguna circunstancia de conformidad con lo dispuesto por la Convención
Americana sobre Derechos Humanos y con la opinión
consultiva emitida al respecto por la Corte Interamericana de Derechos
Humanos. La misión de la Comisión escuchó el parecer de personas calificadas
en el sentido de que muchos de los jueces destituidos se caracterizaban por su
alta competencia profesional y por la probidad de su conducta. Todas las opiniones recogidas de personas independientes coinciden en señalar
que la manera como han sido destituidos los jueces, sin la más
elemental forma de proceso, y la incertidumbre de las posibles medidas respecto
a los jueces que aún mantienen sus
cargos, reducen de manera sustancial la independencia de que deben gozar quienes
están llamados a resguardar los derechos de las personas. De esa manera, los
artículos 8 y 25 de la Convención Americana
estarían siendo seriamente afectados. Esta situación ha creado un generalizado
sentimiento de incertidumbre en relevantes segmentos de la población peruana. Tal
carencia de protección se acentúa respecto a quienes han sido privados de toda
forma de protección personal establecida por la ley o por las circunstancias.
Teniendo en cuenta que muchas de esas personas son importantes políticos,
expuestos
a posibles ataques terroristas que como bien se sabe son muy frecuentes
dada
la situación de violencia en Perú, la Comisión estima que es un deber del
Estado peruano restituir la protección personal a la que tienen derecho esas
personas, entre las que se encuentran, ciertamente, los parlamentarios y otros
dirigientes sociales. Durante
la visita al Establecimiento Penal "Miguel Castro Castro" la misión
pudo comprobar la normal relación que existe entre las autoridades de la Policía
Nacional y los internos, caracterizada por el diálogo y el respeto mutuo. La
misión fue informada, tanto por las autoridades como por los internos de la
inspección minuciosa realizada por la Policía Nacional en algunos pabellones,
en especial el lA y el 4B, el 14 de abril pasado. La misión pudo visitar esos y
otros pabellones sin incidentes de ninguna naturaleza y pudo trasmitir a las
autoridades del Centro Penitenciario los reclamos formulados por los internos.
La misión recibió la seguridad de las autoridades del Centro Penal que se
respetarían los derechos de los detenidos. La Comisión debe reiterar la
necesidad de que se respete el derecho a la defensa de los detenidos y se
concedan a sus abogados las condiciones de trabajo que requieren y de las que
fueran privados por los arrestos que sufrieron; espera, asimismo, una muy pronta
resolución de las denuncias judiciales de que han sido objeto algunos de ellos. La
misión escuchó de numerosas y calificadas personas la opinión de que la
presencia de organismos internacionales como la CIDH es muy importante y
decisiva para restablecer en Perú, a la brevedad posible, la total vigencia de
los derechos políticos y para cautelar el ejercicio de otros derechos humanos
igualmente afectados por las medidas puestas en ejecución por el Gobierno a
partir del 5 de abril pasado. Según fuentes confiables y por las opiniones
recogidas, existe el peligro de una mayor polarización política y social en
una situación ya afectada por la tensión, la violencia y el terror. Dadas
tales circunstancias, la protección internacional de los derechos humanos hoy
es más necesaria y urgente que nunca en Perú. Esa situación podría verse
agravada si se reprodujeran las medidas tomadas y ejecutadas por el Gobierno y
las Fuerzas Armadas contra los opositores políticos e integrantes de otros
poderes públicos a partir del pasado 5 de abril. La reciente promulgación de
diversos dispositivos legales constituyen un signo especialmente preocupante.
Por ejemplo, el incremento de las penas de 4 a 7 años de prisión por el delito
de "usurpación de funciones", estaría dirigida a sancionar a los
parlamentarios y otras personas cuyos cargos tienen su origen en legítimos
procesos electorales y que han resultado afectados por la ruptura de la
institucionalidad democrática. La
Comisión Interamericana de Derechos Humanos expresa a la Secretaria Ejecutiva,
Dra. Edith
Márquez
Rodríguez y al abogado Luis Fernando Jiménez su agradecimiento por haber
cumplido, en circunstancias especialmente difíciles, la delicada misión que
les encomendara el Presidente de la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos. En
función de la realidad observada, la Comisión ha decidido aceptar la nueva
invitación del Gobierno del Perú y se prepara a viajar a ese país tan pronto
como sea posible.
|