INFORME DE LA COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS SOBRE LA CONDICIÓN DE LA MUJER EN LAS AMÉRICAS

 

PREFACIO

El propósito de esta publicación es presentar el Informe sobre la Condición de la Mujer en las Américas, adoptado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos el 6 de marzo de 1998. El informe analiza el cumplimiento por los Estados miembros de la OEA con las obligaciones internacionales establecidas en los tratados y declaraciones regionales sobre derechos humanos, en lo relativo a los derechos de la mujer. La información en que se basa este análisis fue obtenida a partir de un cuestionario aprobado por la Comisión. El cuestionario, enviado a los Estados miembros de la OEA y a Organizaciones No Gubernamentales (ONG), solicitó información sobre la aplicación de los derechos humanos desde una perspectiva del género. El cuestionario fue el resultado de consultas con expertos, defensores de los derechos de género y representantes de gobiernos.

Quisiera agradecer sinceramente a los Estados miembros de la OEA y a las ONGs que respondieron a estos cuestionarios: Argentina, Belice, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, Guyana, Jamaica, Panamá, Paraguay, Perú, México, Estados Unidos, Uruguay, Venezuela, el Instituto de Estudios de la Mujer "Norma Virginia Guirola de Herrera" ("CEMUJER") de El Salvador y el Centro de Estudios de la Mujer-Honduras ("CEM-H"). El detalle y candor de las respuestas nos permitió tener una visión más adecuada sobre la forma en que los derechos de la mujer se ponen en práctica actualmente en las Américas, como también nos ayudó a desarrollar el enfoque que debemos seguir para canalizar mejor nuestros esfuerzos en los derechos de la mujer.

Las respuestas al cuestionario revelan movimientos positivos dentro de los Estados para poner los derechos de la mujer en la agenda social e implementar reformas que afectan el estado legal, social, político y económico de la mujer. Este proceso es una expresión de la fuerza de las organizaciones que abogan por los derechos humanos y los derechos de la mujer, los movimientos democráticos en la región, el rechazo de las dictaduras y la convicción que la democracia y su triunfo pleno requiere del cumplimiento pleno con los derechos de la mujer. A pesar de los cambios positivos que se han llevado a cabo en la región, subsisten aún problemas graves. El contenido de este informe demuestra que hay discriminación de jure de la mujer en varios países, especialmente con relación a asuntos familiares, administración de bienes y el sistema penal. En los casos de ausencia de discriminación de jure, la práctica actual muestra que importantes derechos de la mujer están desprotegidos. Esta situación afecta en casi todos los ámbitos sociales y a prácticamente todos los países de la región. La pobreza y los conflictos armados tienen un efecto negativo y desproporcionado sobre las mujeres. Además, las mujeres miembros de grupos indígenas o de minorías étnicas están expuestas a otras serias violaciones que son el resultado de su situación específica.

La Comisión en su informe adoptó recomendaciones y decisiones para los Estados miembros de la OEA, y respecto a la forma en que continuará sus funciones en la promoción y protección de los derechos humanos de la mujer. El tema central de las recomendaciones de la Comisión es hacer que las normas internas cumplan con las obligaciones internacionales de los derechos humanos sobre igualdad de género. La Comisión llama a los Estados miembros a que tomen los pasos necesarios para terminar inmediatamente con la discriminación de jure y, al mismo tiempo, que desarrollen y fortalezcan legislación y procedimientos para eliminar todo tipo de discriminación de facto, en este caso sobre género, para conseguir plena igualdad. La Comisión usará su sistema de casos como medio para enfrentar la violencia doméstica, una práctica generalizada que afecta los derechos humanos y los valores democráticos más fundamentales.

Este informe no habría sido posible sin la ayuda de numerosas personas. Quisiera especialmente agradecer a Elizabeth Abi-Mershed, Especialista Principal de la Comisión y a Laura Langberg, Asesora del Proyecto, por el apoyo e interés que entregaron para que este informe se efectuara. Quisiera además agradecer nuevamente a las numerosas personas, incluyendo los representantes gubernamentales y miembros de la sociedad civil, quienes colaboraron con nosotros en la preparación de este informe.

La Comisión seguirá contribuyendo al proceso del logro de los derechos de género dentro del marco de su competencia, y seguirá ofreciendo su ayuda a las importantes iniciativas tomadas por los Estados, organismos de la OEA y grupos nacionales.

 

Decano Claudio Grossman,
Relator Especial sobre los derechos de la mujer

 

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