INFORME
ESPECIAL SOBRE LA SITUACION DE LOS DERECHOS HUMANOS DE
I.
INTRODUCCION
La situación de las comunidades desarraigadas por el conflicto interno
de Guatemala que se aislaron en las selvas del Ixcán y en la Sierra desde
principios de 1980 y reaparecieron a la luz pública en 1991 autodenominándose
"Comunidades de Población en Resistencia", fue considerada por la
Comisión en sus distintos informes a partir de 1983.[1]
En enero de 1994, durante una audiencia especial en el 851
Período de Sesiones, los representantes de las CPR pidieron a la CIDH
verificar en el lugar el proceso de normalización que pensaban concretar en
las CPR del Ixcán el 2 de febrero de 1994.
El Gobierno de Guatemala en esa misma audiencia invitó oficialmente a
la CIDH a realizar esa visita de observación.
Dicha invitación fue
reiterada por la Sra. Ministra de Relaciones Exteriores de Guatemala Gladys
Marithza Ruíz de Vielmann, por nota del 4 de febrero.
La Comisión decidió enviar una Delegación especial formada por su
Segundo Vicepresidente Dr. Leo Valladares Lanza, el Secretario Ejecutivo
Adjunto Dr. David Padilla y los Especialistas Dr. Osvaldo Kreimer, y Dra.
Elizabeth Houppert. La misión de observación se realizó entre los días 4 y 11 de marzo de 1994, en los cuales la delegación tomó contacto con representantes de las CPR, con organismos de derechos humanos, con organismos técnicos del Gobierno entre ellos CEAR (Comisión Nacional de Atención de Repatriados, Refugiados y Desplazados) y FONAPAZ (Fondo Nacional para la Paz), con autoridades nacionales entre ellos los Ministros de Relaciones Exteriores, Gobernación, Defensa, el Procurador de los Derechos Humanos y el Director de la Policía Nacional, todos ellos junto a sus colaboradores inmediatos.
La Delegación visitó el Quiché durante los días 9 y 10, teniendo la
oportunidad de conversar con líderes y pobladores de las CPR normalizadas en
Santiaguito, San Luis, San Francisco, Los Altos y La Esperanza, (Ixcán) y las
CPR en Cabá y Santa Clara
(Sierra). La Comisión visitó
también poblaciones cercanas en Centro Veracruz, (Ixcán) y Asunción del Copón
(Sierra), así como "trabajaderos" (áreas de cultivo) de algunas de
las CPR y se entrevistó con patrullas militares operando en esos territorios.
En dichos viajes la Delegación pudo observar también otras poblaciones del área,
así como los cuarteles abandonados por el Ejército en Tercer y Cuarto Pueblo.
Al final de su estadía, la Delegación tuvo la oportunidad de presentar
un amplio informe verbal al Sr. Presidente de la Nación Lic. Ramiro de León
Carpio, entregándole una serie de recomendaciones preliminares que a juicio de
la Delegación podrían facilitar la completa normalización de la situación y
la plena vigencia de los derechos humanos de dichas poblaciones.
El presente informe especial cubre fundamentalmente el período entre
mediados de 1993 y marzo de 1994. Su
texto fue considerado por la Comisión con fecha 7 de Abril de 1994, y enviado
al Gobierno para su conocimiento y comentarios.
En base a los mismos que fueron recibidos el 2 de junio de 1994, la
Comisión produjo este Informe Especial.
II.
ANTECEDENTES HISTORICOS DE LAS CPR
En su informe de 1985 decía la CIDH:
Es un hecho incontrovertible ... que ningún sector ha sido más afectado
por la violencia durante estos últimos años como lo han sido la población
campesina y la raza indígena de (Guatemala).
La guerra ... ha dejado en el campo un saldo de muertes y destrucción
sin precedentes. Los bombardeos,
saqueos y quema de aldeas, la destrucción de cosechas y demás fuentes de
trabajo, el asedio, hostilidad y asesinato masivo a sus pobladores, dejo sin
hogar y sin tierra a la mayoría de los afectados, generando entre otras
reacciones la fuga masiva de miles de indígenas y campesinos guatemaltecos,
creando entre los que se quedaron o volvieron, uno de los más graves y
angustiosos problemas sociales, culturales y económicos de toda su historia.[2]
En el período 1981-82, en el que más de cuatrocientos pueblos y aldeas
fueron arrasadas y miles de guatemaltecos brutalmente asesinados, la reacción
de los sobrevivientes "atrapados entre dos fuegos" fue sea huir, sea
ponerse bajo el control del Ejército forzados a participar en las patrullas de
autodefensa o reubicados en las "aldeas modelo" donde fueron
concentrados.[3]
La fuga de cientos de miles de campesinos los llevó a todos los rincones
de su tierra y a países vecinos. Un
porcentaje menor de los afectados, unas cincuenta mil personas totalmente
desposeídas se escapó a zonas selváticas del Departamento del Quiché, unos
en la Sierra Ixil, y otras en el Ixcán fronterizo con México; pasando esos años
escondidos del mundo exterior y fuera de control gubernamental.
La vida de esas cincuenta mil personas que buscaban refugio en las selvas
y en las montañas del norte del Quiché se desarrolló en condiciones
materiales infrahumanas pero a la vez creando un profundo vínculo
organizacional. Una década después
aproximadamente la mitad se mantenían aún allí.
Las ofensivas del Ejército entre Amachel y Sumal entre 1987 y 1989
hicieron salir de allí a unas cinco mil personas.[4]
Posteriormente otras se establecieron por su cuenta fuera de las CPR, al
Norte de Uspantán. (Ver Sección
IV). A mediados de 1992, según
información de representantes de las CPR quedaban unos 17.000 habitantes de las
CPR de la Sierra y unos seis mil en el Ixcán, o sea un total aproximado de
23.000 personas.
Etnicamente las CPR del Ixcán son en su gran mayoría K'iches mientras
que en las comunidades de la Sierra son en su mayoría Ixiles, siendo el resto
Chajuleños, Cotzaleños y K'iches, así como ladinos.[5]
Las comunidades visitadas resaltaron la convivencia en pie de igualdad de
sus miembros de todo origen.
Las CPR surgieron a la luz pública en febrero de 1990 después de su
1ra. asamblea general, en la que decidieron lanzar una campaña nacional e
internacional para obtener apoyo, denunciando los ataques del Ejército.
Algunos analistas sostienen que las CPR salieron a la luz porque se
cansaron de mantenerse escondidos esperando un futuro mejor , pero que en la práctica
sólo sufriendo un empobrecimiento mayor cada año y renovados ataques de los
militares.[6]
Sin embargo los asaltos militares continuaron, tanto por las fuerzas
regulares de tierra, como por aire. Por
lo menos hasta principios de 1993 continuaron los bombardeos de las poblaciones
y las quemas de sus ranchos y posesiones.[7]
También la violencia contra ellos se tradujo en "desapariciones"
y en detenciones injustificadas cuando se dirigían a comerciar o visitar a sus
familiares en poblaciones vecinas.
Durante 1992 y 1993, numerosos observadores nacionales e internacionales
han visitado a las CPR tanto en la Sierra como en Ixcán, y han indicado que son
civiles desarmados que viven en gran pobreza y que apenas pueden sobrevivir
plantando maíz, frijoles, y criando animales de chacra.
Así lo dijo el Experto Independiente para Guatemala de Naciones Unidas
Christian Tomuschat.
Llegaron a la misma conclusión el entonces Procurador General de
Derechos Humanos Lic. Ramiro de León Carpio y su adjunto, el Lic. César
Alvarez Guadamuz, así como numerosas autoridades de Iglesias locales y
extranjeras que las visitaron.
Durante la visita de la CIDH a Guatemala en septiembre de 1993, las CPR
enviaron una delegación de seiscientas personas a la
Ciudad de Guatemala para iniciar un diálogo con las autoridades
nacionales. Recibidas por el Presidente de la República, convinieron
iniciar ese diálogo a fin de dicho mes, diálogo que continuó en varias
sesiones, sin lograr llegar a un acuerdo definitivo.
En enero de 1994, las CPR de Ixcán hicieron público su propósito de
asentarse pacíficamente a partir del 2 de febrero en sus ubicaciones anteriores
entre los ríos Ixcán y Xalbal en tierras de la Cooperativa del Ixcán Grande,
cuyos socios son en su mayoría miembros de las CPR, e invitaron a la CIDH a
comprobar su situación en lo que se refiere a derechos humanos.
III.
LOS PRINCIPALES PROBLEMAS DENUNCIADOS RECIENTEMENTE
Cuatro temas: 1) el hostigamiento militar, 2) los problemas de
reconocimiento jurídico personal y colectivo, 3) la provisión de servicios básicos
por el Estado, y 4) los problemas de tierras y desarrollo económico, son los
principales asuntos que aquejan a las CPR.
En los últimos meses y durante su visita, la Comisión recibió
numerosas denuncias al respecto, obtuvo información adicional de fuentes
gubernamentales y privadas, y pudo dialogar ampliamente con habitantes de las
CPR y autoridades nacionales sobre las mismas.
También organismos del Estado han ofrecido a la Comisión información
sobre su acción y actitud en cuanto a los problemas denunciados por las CPR.
En forma abierta y no confidencial la Comisión ha recibido de todos los
sectores del Gobierno seguridades
de respeto a los derechos de las CPR y de sus intenciones de realizar esfuerzos
especiales para normalizar la situación.
La Comisión ha transmitido públicamente en sus visitas a las CPR dichos
mensajes gubernamentales, los que fueron atentamente recibidos por sus
integrantes. Sin embargo tanto sus líderes como muchos de los integrantes
señalaron incidentes concretos que tienden a desmentir dichas seguridades así
como pautas de conducta de las fuerzas de seguridad en el pasado, que les
impiden confiar plenamente en dichas promesas.
En este informe la Comisión presenta tanto las denuncias, como esas
manifestaciones gubernamentales, entendiendo que hacer públicas ambas puede
conducir a mejorar la vigencia de dichos derechos humanos para las CPR.
1.
Ataques y hostigamiento por parte de los militares
Distintas formas de hostigamiento militar han sido denunciadas como que
constituirían una política sistemática contra las CPR:
a) acciones intimidatorias y ataques directos, b) la antagonización de
las poblaciones vecinas contra las CPR, c) violación a sus derechos de
movilizarse y de comerciar, d)
destrucción y apropiación indebida de cosechas, y e) falta de desminado de
zonas recuperadas. Tal como se
indica más adelante el Gobierno rechaza que esa sea su intención y que ha dado
muestras de ello.
a)
Acciones militares intimidatorias contra las comunidades
Denuncias
La Comisión recibió las siguientes denuncias relacionadas con las CPR
de la Sierra:
-
El 10 de noviembre de 1993, un grupo de soldados procedentes de Amachel
penetró en dirección de Santa Clara, disparando muy cerca de las comunidades.
Al día siguiente, un helicóptero militar ametralló sobre cultivos de
la CPR, cerca de Cabá.
-
El 25 de enero, un helicóptero militar ametralló cultivos en la
comunidad de San Marcos, área de Cabá.
-
El 27 de diciembre de 1993 a las 8:20 de la noche, dos helicópteros de
regreso a Playa Grande desde Cuarto Pueblo pasaron ametrallando el Centro
Santiaguito y Los Altos, cayendo las balas entre las casas.
-
Presunto cerco militar en marzo de 1994 en torno a las comunidades de la
Sierra con el supuesto objetivo de atacarlas.
Relacionadas con las CPR del Ixcán:
-
Presunto cerco militar en febrero de 1994 en torno a las comunidades del
Ixcán con el supuesto objetivo de atacarlas.
-
Sobrevuelos amenazantes a las comunidades:
el día 3 de marzo a las 11:45 p.m. dos helicópteros sobre asentamiento
La Esperanza. Posición
del Gobierno respecto a las alegadas acciones militares y el hostigamiento
Tanto el Presidente de la Nación y Comandante en Jefe de las Fuerzas
Armadas, como el Ministro de Defensa aseguraron a la Comisión --y le
autorizaron a llevar dicho mensaje a las CPR-- que dichos movimientos militares
no estaban destinados a cercar, atacar o perseguir a las comunidades CPR, ni
existía esa intención.
En sus comentarios del 2 de junio sostiene el Gobierno: En cuanto al
presunto cerco militar, que considerando el enfrentamiento armado provocado por
la URNG que ha causado inseguridad en la población, y en cumplimiento del
mandato constitucional contenido en el artículo 2 de la Constitución Política
de la República, ha dado instrucciones a su Ejército para mantener operaciones
en las áreas referidas, donde hay presencia de grupos armados de la URNG... ...
el propósito de fortalecer las garantías constitucionales de sus habitantes y
preservar la integridad del territorio nacional. Con respecto al
calificativo utilizado de "vuelos amenazantes," estima que el mismo es
impropio, puesto que se ha interpretado mal una acción legal, que en
cumplimiento de los deberes de Estado han llevado a cabo las fuerzas armadas,
quienes se han visto obligadas a utilizar ocasionalmente y para el efecto,
aeronaves con el fin de combatir a los grupos armados que operan en la región....
El Ministro de Defensa General Mario Enriquez señaló que está tratando
de edificar la confianza necesaria para lograr la paz.
Con respecto a la denuncia de movimientos de fuerzas militares que son
vistas como un cercamiento de las comunidades reasentadas del Ixcán, aseguró
que no era esa la intención militar, y que por el contrario había dado
instrucciones estrictas a los Comandantes de Batallón de respetar la integridad
y derechos de esas poblaciones, incluyendo restricciones especiales en cuanto a
la conducción de la lucha antisubversiva en esas áreas.
Entre esas restricciones señaló la orden de evitar disparar excepto en
defensa propia, de reparar o indemnizar cualquier daño causado en cumplimiento
de acciones militares, y de buscar establecer una relación franca y amistosa
con dichas poblaciones.[8]
Señaló también como logro y aporte militar hacia la normalización, el
retiro del cuartel de Tercero y Cuarto Pueblo, así como planes para reducir o
retirar otros destacamentos del área.
Sostuvo que existen fenómenos que los alientan, como la propia
normalización de las comunidades del Ixcán.
Indicó como un valioso hecho el que un soldado mordido por una serpiente
"barba amarilla" había sido salvado gracias al suero antiofídico
provisto por la CPR cercana.[9]
Igualmente señaló que tenían información que desde hacía un año las
CPR no permiten que la guerrilla trate de reclutar combatientes entre su población.
b)
Campañas para antagonizar a las poblaciones vecinas contra las CPR
Según las denuncias el Ejército continúa actuando contra las CPR
considerando que "son elementos que siguen la orientación de la
guerrilla".[10]
Dentro de ese contexto la Comisión ha recibido denuncias sobre acciones
de los miembros del Ejército que tienden a crear desconfianza y antagonismo y
distanciamiento entre las comunidades
vecinas y las CPR.
Esa apreciación se vuelve más peligrosa por la presencia y acción de
las PACs. (Comités Voluntarios de Autodefensa Civil),
de los comisionados militares y por las campañas de presión del Ejército
para que la población participe en dichas patrullas armadas.
Denuncias
-
En los últimos meses de 1993, el Ejército y las PAC de Nebaj y Chajul
han movilizado grupos de personas que amenazan y controlan abiertamente a los
habitantes de las CPR de la Sierra cuando visitan a sus familiares en aldeas y
pueblos, o salen a comerciar. (Sierra)
-
Oficiales militares y de las PAC han organizado a grupos de campesinos
sosteniendo que los acompañantes internacionales tienen como objetivo repartir
las tierras de esos campesinos. (Sierra)
-
En los últimos días de febrero un oficial alegadamente proveniente del
cuartel de Chajul se reunió con los comandantes de las PAC sosteniendo que las
CPR son comunistas de las URNG y que van a repartir la producción de las aldeas
vecinas. Indicó que debe impedírseles
el paso y no recibirlos en los pueblos. Ordenó
armar a todas las PAC con fusiles GALIL en prevención del aumento de la guerra.
Ordenó también en esa reunión listar a los patrulleros que quieren
dejar de serlo, "ya que el Ejército va a arreglar cuentas con ellos".
(Sierra)
-
Fuerzas del Ejército con base en el Destacamento de Los Cimientos
amenazaron a fines de febrero con ocupar la comunidad de XAXBOJ, área de
Xeputul. (Sierra).
-
El 7 de febrero de 1994 miembros evangélicos de las CPR de Santa Clara
celebraron un servicio del culto en la Aldea Amachel y el Ejército rodeó la
Iglesia en actitud amenazante. (Sierra).
-
Los días 23 al 25 de marzo de 1994 los militares lanzaron una operación
de reclutamiento forzoso en Nebaj y Chajul, con instrucciones de incorporar mil
jóvenes de esa zona al Ejército. (Sierra).
-
La Comunidad de Santa Clara, denuncia contínuas amenazas en estos meses
de los jefes militares de los Destacamentos de Amachel y Vijomistan, así como
del Comandante de la PAC de Chel, Sr. Rubén Cruz. (Sierra).
Posición
del Gobierno en cuanto al antagonizamiento de poblaciones vecinas contra las CPR
En su respuesta del 2 de junio el Gobierno sostiene que existen indicios
de que miembros de las CPR comercian y se comunican con los guerrilleros
presentes en el área, lo que "crea desconfianza y dificulta la relación
con las poblaciones vecinas..." y que, "el Ejército no realiza campañas
de presión para que la población participe en los Comités Voluntarios de
Defensa Civil. Que éstos están
integrados voluntariamente en organizaciones propias para procurarse la defensa
de sus comunidades, sus familias y sus bienes, ante los efectos de los
enfrentamientos armados, como de los ataques de la URNG...".
La Comisión ha expresado su posición frente a los Comités Voluntarios
de Defensa Civil (conocidos como PACs) en sus informes anuales, en los que
condena seriamente como sistema,
sus abusos, la falta de control que sobre ellos ejerce el Ejército, y
la situación de inseguridad y en casos de terror que su existencia
mantiene en grandes zonas rurales de Guatemala.[11]
Durante su visita de marzo de 1994, la Comisión recibió declaración de
patrulleros armados de poblaciones vecinas a las CPR de la Sierra, que dijeron
que la razón por la que patrullaban era porque se lo ordenaba el Ejército, y
que desde hacia por lo menos siete años no habían sabido que hubiera
guerrilleros en su zona, ni había habido enfrentamientos armados.
c)
Atentados contra la libertad de locomoción y comercio
Denuncias
-
El 6 y 7 de noviembre de 1993, cuando habitantes de las CPR en Chel
trataban de comerciar en dicha población, fueron obligados a marcharse por
elementos militares del Destacamento de Vijomisán vestidos de civil, que los
acusaron de guerrilleros. (Sierra).
-
El 11
de marzo de 1994 a las 15:00 hs. un grupo militar que se dirigía al
destacamento militar de Chel detuvo a un grupo de campesinos de las CPR y acompañantes
internacionales que se dirigían hacia Cabá, amenazándoles, intimidándoles y
provocándolos durante una hora. (Sierra).
-
A principios de marzo, una lancha proveniente de Puerto Rico, México,
fue detenida cerca del centro Nueva Concepción (San Luis) sobre el río Xalbal.
Sus once pasajeros debieron identificarse y su carga fue revisada,
mientras soldados vigilaban apuntándolos con sus armas.
Indica la denuncia también que el tratamiento pese a lo intimidatorio,
fue respetuoso. Por su parte,
efectivos militares explicaron que se trataba de una verificación de rutina en
zona fronteriza y de conflicto. (Ixcán) Posición
del Gobierno sobre el respeto al derecho a comerciar y transitar libremente
Las autoridades civiles y militares expresaron a la Comisión que estaban
dispuestas a garantizar la libertad de comercio y tránsito de los miembros de
estas comunidades.
d)
Destrucción o apropiación de cosechas
Denuncias
-
Denuncia sobre destrucción parcial de trabajaderos de la comunidad San
Luis sobre la playa del río Xalbal en febrero de 1994. (Ixcán)
La Comisión comprobó que efectivamente fuerzas militares habían
destruido parcialmente siembras en ese sector.
Los militares en el lugar explicaron que debieron hacerlo en acción
militar con guerrilleros en la que debieron tomar posiciones y que para evacuar
heridos graves tuvieron que limpiar un terreno para aterrizaje de helicópteros.
Dijeron también que estaban dispuestos a pagar las pérdidas de
sembrados, y reintegrar todos los objetos de la CPR que pudieran encontrar y que
estaban esperando que los propietarios les hicieran un detalle de las mismas.
Las CPR sostienen que si bien las pérdidas son parciales (la Comisión
comprobó que son aproximadamente entre un diez al veinte por ciento de lo
sembrado en esos "trabajaderos"), debieron abandonar la siembra
dejando elementos de cultivo y sin poder retornar a la misma para poder cosechar
el resto por la presencia amenazante del Ejército en el mismo.
La Comisión entiende que existen las condiciones para que las
comunidades puedan seguir trabajando allí con seguridad, y que el Ejército
pueda cumplir legalmente sus tareas. En
ese sentido entiende --y lo ha propuesto durante su visita al lugar-- que sería
posible y conveniente que representantes de la comunidad de San Luis y de los
militares operando en el puesto del Río Xalbal se reunan en el lugar para
establecer normas que permitan a ambas partes llevar adelante sus tareas con las
garantías necesarias.
La comunidad Victoria 20 de enero denunció la destrucción de una
siembra de frijol de una cuerda y el pisoteo de dos quintales de ese producto,
lo que fue verificado el 13 de marzo de 1994 por una Comisión que incluía al
representante de la Procuraduría de Derechos Humanos.
La denuncia indica que el Ejército expresó su voluntad de pagar por los
daños. (Ixcán). Posición
del Gobierno sobre la destrucción o apropiación de cosechas por el Ejército
Las autoridades militares indicaron a la Comisión, que han dado órdenes
específicas de indemnizar a las comunidades por daños a plantaciones o bienes
de las mismas que se deben utilizar o dañar con motivo de acciones militares.
La Comisión comprobó en varios casos que el Ejército había puesto a
disposición de los representantes de las CPR indemnizaciones por daños
causados en acción militar.
Denuncias
Según las denuncias, minas y proyectiles no desactivados quedaron en los
terrenos aledaños a los cuarteles de Tercer y Cuarto Pueblo que fueron
abandonados por el Ejército. Ello
impide que los pobladores del Ixcán puedan cultivar dichas tierras.
También se recibieron denuncias que el Ejército estaría minando
caminos que permitan a los miembros de las CPR de la Sierra transitar hasta
pueblos vecinos.
La Comisión recibió testimonios de que efectivamente existen minas en
esas áreas, minas y proyectiles cuya procedencia los grupos guerrilleros y el
Ejército se acusan mutuamente de haber colocado.
Posición del Gobierno
En su respuesta del 2 de junio dice que; El Gobierno
reconoce que el Ejército ha minado con explosivos convencionales, únicamente
los alrededores de sus instalaciones en las áreas de enfrentamiento, mismos que
ha levantado al retirarse, toda vez que cuenta con mapas que establecen donde
han sido colocadas sus minas, por el contrario la guerrilla ha guardado silencio
sobre sus operaciones al respecto, ... y el informe no hace mención de las prácticas
de minaje que han llevado a cabo los grupos guerrilleros.... Es importante
señalar que se ha tratado de proteger a la población civil por medio de
operativos efectuados con el fin de retirar las minas quitapie colocadas por la
insurgencia, y en el caso de los terrenos en donde se ha asentado la población
retornada , el Ejército ha procedido a desminarlos, tal como lo han afirmado
representantes de las Comunidades Permanentes de Refugiados (CC.PP).
En sus reuniones con la Comisión, las autoridades militares también
negaron toda intención de minar rutas civiles con el objeto de impedir el tránsito
o intimidar de esa forma a los habitantes de las CPR.
2.
Denuncias sobre problemas de identificación individual y
reconocimiento institucional
Los representantes y habitantes de las CPR del Ixcán señalaron que el
Estado no les provee la documentación civil necesaria, y que ello les impide
gozar de sus derechos civiles y políticos, además de mantenerlos en una
situación que en consecuencia las autoridades presumen como irregular.
Un problema típico es el de habitantes que quieren movilizarse fuera de
la región y no lo pueden hacer porque las autoridades militares, patrullas y
policía mantienen un control estricto en todas las rutas, como lo comprobó la
Comisión. Más aún, esa situación
impide su participación electoral tanto a nivel municipal como departamental o
nacional.
La falta de registro y documentación civil adecuada, se acrecienta por
el apoderamiento por el Ejército de los libros de bautismo y registro de
nacimientos de estas comunidades, los que alegadamente les fueron retirados el
30 de noviembre de 1992 y el 8 de marzo de 1993, sin haber sido restituídos.
Con respecto a su identificación colectiva, las CPR han venido
demandando que el Estado las reconozca públicamente como poblaciones civiles no
combatientes, tal como se señala en otros puntos de este informe, y que como
tal sean tratadas por el Estado con el respeto debido a su población civil, y
sea dotada de las facilidades y garantías correspondientes.
Posición del Gobierno respecto a la documentación individual de los
habitantes de las CPR
En su respuesta del 2 de junio dice el Gobierno: ...dichos
problemas han sido reconocidos por las autoridades guatemaltecas desde hace
varios años, y se ha tratado de resolver esta problemática a través de varias
acciones. En este sentido, el
Congreso de la República ha aprobado diversos mecanismos para agilizar la
documentación de los ciudadanos afectados por el enfrentamiento, los cuales han
sido utilizados por las diferentes instituciones que trabajan con las
mencionadas poblaciones.
No obstante lo anterior, distintas autoridades reconocieron a la Comisión
que el problema subsiste y que sus consecuencias afectan los derechos humanos de
los miembros de las CPRs., entre ellas las autoridades del Ministerio de
Gobernación, de la Policía Nacional, de CEAR
y FONAPAZ, y han ofrecido su colaboración para resolver las dificultades
y atrasos para la emisión de la identificación civil en Guatemala, la "cédula
de vecindad" mencionada anteriormente.
Al respecto indicaron su voluntad y capacidad práctica de preparar y
entregar en las propias comunidades en un plazo de pocas semanas a quienes lo
soliciten, inclusive a los menores de edad, un documento provisorio de identidad
en base a un trámite simplificado, e
iniciar inmediatamente el trámite de obtención de dicha cédula de vecindad.
Las autoridades militares y policiales aseguraron que darían las órdenes
necesarias para que dicho documento provisorio fuera conocido y respetado por
sus agentes como válido y suficiente a efectos identificatorios.
Posición del Gobierno y medidas respecto a sus derechos como población
civil
Dentro de las acciones que el Gobierno indicó que está dispuesto a
llevar adelante dado que como población civil les corresponde, se incluyen además
las siguientes: -
Derechos políticos y participación electoral de los miembros de las
Comunidades
Las autoridades del Ministerio de Gobernación, CEAR y FONAPAZ, de la
Policía Nacional y de la Procuraduría de los Derechos Humanos indicaron su
voluntad de trabajar en conjunto con el Tribunal Supremo Electoral, en las
tareas de empadronamiento y de organización para la participación de los
integrantes de las CPR en los futuros procesos electorales, y respetar su
derecho a elegir y ser elegidos.
Igualmente todas las autoridades expresaron su voluntad de respetar la
libertad de pensamiento y expresión de sus miembros, así como su actividad política
realizada dentro de los preceptos legales.
-
Policía local de las Comunidades
Las autoridades de la Policía Nacional y del Ministerio de Gobernación
indicaron que estaban dispuestos a que las comunidades eligieran entre sus
miembros personas que cumplieran con los requisitos mínimos establecidos para
rendir el examen, y que luego de un entrenamiento básico esas personas volverían
a su propias comunidades como funcionarios policiales, con la autoridad
correspondiente. Al mismo, tiempo
al ser oriundos de la comunidad, ésta podría reclamarles directamente el fiel
cumplimiento de sus funciones. Señalaron
que dicho procedimiento ya había sido implementado en Tecpán. También indicaron que podrían considerarse otras
posibilidades de participación comunitaria policial, como la puesta en práctica
en Santiago Atitlán.
-
Presencia de la Procuraduría de Derechos Humanos
El Procurador de los Derechos Humanos consideró posible y expresó su
voluntad de tramitar la instalación de delegados de la Procuraduría en el Ixcán
y la Sierra, tal como ya lo ha realizado en ciudades donde habían llegado
personas refugiadas en México.
-
Extensión a las CPR de medidas especiales otorgadas a los refugiados
Las autoridades guatemaltecas indicaron su aceptación para extender la
exención por tres años del servicio militar obligatorio a los jóvenes de las
CPR.
-
Respecto a la formación o promoción de nuevas PACs
Igualmente indicaron que no promoverán ni aceptarán la formación o
existencia de comités civiles de autodefensa (o PACs.) en las mismas.
3.
Demandas sobre servicios básicos de salud y educación
La situación de servicios de salud y educación en estas poblaciones es
sumamente precaria. La debilidad general de la provisión por el Estado de estos
servicios en zonas rurales guatemaltecas, se agrava por las circunstancias
especiales de la relación entre el Estado y las CPR.
La Comisión comprobó la existencia de servicios de salud y educación
organizados y apoyados por las propias comunidades, tanto en el Ixcán como en
la Sierra. En algunos casos como en
la Sierra donde las poblaciones por su aislamiento geográfico han estado
establecidas por más tiempo, los servicios de salud están en condiciones de
proveer incluso operaciones de cirugía menor, y con la ayuda de la organización
"Médicos sin Fronteras" están construyendo una clínica modelo.
Las CPR de la Sierra mantienen un sistema educativo con dieciocho
escuelas (7 en Cabá, 5 en Santa Clara) donde concurren alrededor de 3.500 niños.
Entre sus demandas al Estado, las CPR consignaron sus derechos a los
servicios básicos. En ese sentido, el Gobierno informó a la Comisión que está
dispuesto a coordinar con las comunidades el apoyo a esos servicios, y que al
respecto está dispuesto a que concurran a las CPR las más altas autoridades de
los ministerios respectivos para discutir el desarrollo de esos servicios y el
papel del Estado en ellos.
4.
Problemas de tierras y desarrollo económico
a)
Propiedad y reivindicación de tierras
La Cooperativa del Ixcán Grande que a su vez reúne a cinco cooperativas
con miembros de 2.400 familias, es titular de una propiedad de unos 40 Km2
(4.000 hectáreas) entre los ríos Xalbal e Ixcán, en la frontera con México.
Dicha propiedad está legalmente titulada y reconocida por las
autoridades.
Sin embargo, como informó FONAPAZ existen problemas surgidos en la década
de los 80, cuando el Ejército radicó o indujo a familias de otras áreas a
radicarse en tierras previamente propiedad o ocupadas por las CPR o desplazados.
Desde 1991, FONAPAZ esta buscando evitar que el retorno produzca nuevos
conflictos con estas familias, lo que podría derivar, en palabras de su
Director, en una "guerra de machetazos".
Así FONAPAZ logró reubicar a 428 familias de otras comunidades que habían
sido llevadas a tierras de la Cooperativa Ixcán, y en mayo de 1993, logró
también retirar a otras áreas unas 5.000 personas
para facilitar el asentamiento de retornados.
Este tipo de reasentamientos se hizo para facilitar la vuelta de 2.300
refugiados a Veracruz en diciembre de 1993, en tierras vecinas a las de la
Cooperativa del Ixcán.
Con respecto a las tierras donde están establecidas las Comunidades CPR
de la Sierra, la Comisión recibió información en relación a que las
rivalidades étnicas con poblaciones vecinas constituye uno de los principales
factores socioeconómicos a resolver y es de naturaleza catastral.
Dada la naturaleza del terreno y la falta de registros definidos de
propiedad, y la posesión "de hecho" de muchas tierras, existe poca
seguridad jurídica respecto al dominio, tanto de las CPR como de comunidades y
propietarios vecinos, lo que puede hacer aún más difícil la solución de las
desconfianzas nacidas del conflicto armado.
Las condiciones generales económicas de las CPR son muy precarias pese a
su gran potencial productivo. Con
gran esfuerzo personal las familias mantienen una economía agrícola de
subsistencia, con relaciones comerciales dificultadas por su aislamiento,
temores y la tirantez con las patrullas civiles y autoridades militares en áreas
vecinas.
Si bien las CPR del Ixcán y la Sierra enfrentan dificultades comunes
para su desarrollo surgidas del hostigamiento y desconfianzas históricas, su
situación económica varía por la configuración geográfica diferente entre
la selva y la montaña, y por la diferente situación legal respecto a sus
tierras.
La economía del Ixcán tiene características especiales.
Según información de FONAPAZ, 80% de su comercio es hacia el Norte con
el Estado de Chiapas, México, con el que comparte una amplia frontera.
Sólo últimamente se están abriendo caminos que facilitarán en el
futuro la conexión vial y comercial con el centro y sur de Guatemala.
Por otra parte la Comisión observó que la reubicación de refugiados, y
la normalización de las CPR, han creado un movimiento productivo importante en
la zona, con el establecimiento de nuevas comunidades, apertura de zonas al
cultivo, mayor comercio, etc.[12]
La ayuda, tanto internacional como nacional a los refugiados retornados
en áreas del Ixcán, está generando fricciones con comunidades vecinas que se
consideran discriminadas lo cual puede generar situaciones que deriven en
violaciones a los derechos humanos, sobre todo por la acción desequilibrante de
las patrullas de autodefensa de comunidades vecinas.
FONAPAZ informó al respecto que su posición es trabajar en un Plan
Integral del Ixcán, que cubra a las 196 comunidades que existen en la región,
tradicionales o reasentadas. Indicó
que las CPR mantienen su posición de participar en dicho plan luego de lograr
una solución a sus demandas de reconocimiento como población civil campesina,
de retiro del Ejército del área, y de reparación por daños sufridos.
Un plan especial se está llevando a cabo con relación al Triángulo
Ixil, incluyendo la creación de un Banco de Desarrollo local.
La economía de las CPR aunque también agrícola parece estar más
desarrollada por la relativa mayor estabilidad de las poblaciones que les
permite el aislamiento físico. Sus cultivos de maíz, cardamomo, frijoles, etc., les dan la
posibilidad de fuerte crecimiento y su organización y disciplina --logradas al
igual que las del Ixcán por años de sufrimiento-- son un capital importante.
Su capacidad de crecimiento lo muestran con su contínua expansión y el
establecimiento de nuevas comunidades, creando un tejido social crecientemente
próspero y de alta productividad. Posición
del Gobierno con respecto al reconocimiento de la Cooperativa del Ixcán Grande
(Federación) y de sus cooperativas integrantes
En todas sus conversaciones las autoridades reconocieron la existencia y
funcionamiento de la Cooperativa, así como su propiedad de los territorios,
propiedad que está debidamente registrada.
Respecto a las Cooperativas o sus integrantes como sujetos de crédito
Las autoridades de CEAR indicaron su voluntad de ampliar a las
comunidades normalizadas las gestiones que realizan a favor de los refugiados,
para que sean sujetos de crédito ante los bancos privados y estatales, de
acuerdo a las leyes y reglamentos.
IV.
ASENTAMIENTOS ESPONTANEOS INCOMUNICADOS
(Las comunidades perdidas)
El Director de FONAPAZ hizo saber a la Comisión su preocupación por la
población de un grupo de comunidades --fuera del sistema de las CPR pero
cercanas a ellas-- establecidas
espontáneamente en áreas prácticamente incomunicadas del Quiché y de Alta
Verapaz, y que se encuentran en pésimas condiciones de sobrevivencia.
Estas poblaciones han decidido conscientemente reubicarse en áreas
remotas no consideradas de insurgencia y desarrollar su vida fuera del alcance
de los grupos armados, de las patrullas y del Ejército, desarrollando una
economía de subsistencia, y evitar llamar la atención pública.
Algunas de las familias que la integran han formado parte en el pasado de
las CPR y han decidido reubicarse fuera de la zona de conflicto.
Según la información recogida por la Comisión, estas comunidades
aisladas están ubicadas en el área de Uspantán, en el Quiché, donde existen
entre 60 y 90 comunidades de este tipo con una población que varía entre 30 a
50 familias cada una; y en Alta Verapaz en el área de Ochabal, Chisec y
Sejalaute. La Delegación de la
Comisión pudo comprobar su existencia en el Quiché, y sobrevolarlas, aunque no
tuvo condiciones propicias para visitarlas.
-
Las CPR son poblaciones civiles, trabajadoras, con problemas y soluciones
propias. Su normalización es a la
vez factor coadyuvante y consecuencia del proceso de pacificación general
guatemalteco.
-
Las CPR están haciendo esfuerzos serios para su reincorporación a la
vida normal guatemalteca, y su reasentamiento abierto en el Ixcán y el
incremento de sus relaciones normales con sus vecinos y autoridades, así lo
confirman.
-
La Comisión comprobó que existen actitudes concretas de las autoridades
civiles y militares que buscan la reducción del enfrentamiento y apoyan la
normalización de la situación de las CPR.
Comprobó también que atentan contra las mismas las desconfianzas mutuas
existentes, y acciones que pretenden ampararse en la existencia de un conflicto
armado cuya presencia es mínima en las zonas de las CPR.
Esa realidad y la búsqueda de la paz y la superación de los odios y
heridas históricas obligan a evitar cuidadosamente toda acción que pueda ser
interpretada como hostigamiento y atemorización, que dada la situación son un
atentado a la integridad personal y libertad de la población civil.
-
En ese sentido, la Comisión también ha constatado una reducción del
nivel de desconfianza surgido de la comprobación práctica recíproca de
conductas concretas positivas de ambos sectores.
-
Es en ese contexto que deben medirse cuidadosamente las expresiones y
contactos entre la población civil y elementos militares. Las seguridades ofrecidas por las autoridades militares y las
órdenes impartidas a sus subordinados, parecen estar respetándose.
Sin embargo, movimientos militares amenazantes, vuelos rasantes sobre
poblaciones, afirmaciones arrogantes, etc., reviven terrores en las CPR,
justificados en las experiencias trágicas sufridas en el pasado.
-
La presencia física y expresiones verbales de los militares son
interpretadas en forma totalmente distinta por ellos y por los miembros de las
CPR. Lo que es considerado por los
militares como una presencia propia normal, restringida y respetuosa, es
interpretado como agresión, intimidación y amenaza por las CPR.
Inversamente, lo que es visto como una denuncia objetiva por parte de las
CPR es interpretada por el Ejército como parte de un plan desestabilizador y
agresivo.
-
El artículo 5 de la Convención señala que "Toda persona tiene
derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral" y el artículo
11 señala que "Nadie puede ser objeto de ingerencias arbitrarias o
abusivas en su vida privada, en la de su familia, o en su domicilio...".
La Comisión ha comprobado en sus contactos con la población, que muchos
de sus integrantes siguen aterrorizados por los crímenes que presenciaron de
matanzas crueles de sus familiares y vecinos, y por los años de vivir
escondidos de los ataques militares. Toda
integración pacífica de esas poblaciones debe iniciarse por el reconocimiento
por parte de los agentes del Estado no sólo de que son poblaciones civiles y
campesinas, sino que son poblaciones que viven todavía en su realidad psíquica
el terror sufrido.[13]
-
Concluye también la Comisión de sus contactos con los líderes y
miembros de las comunidades, que ellos están conscientes que "Los derechos
de cada persona están limitados por los derechos de los demás, por la
seguridad de todos y por las justas exigencias del bien común, en una sociedad
democrática" como señala el artículo 32 de la Convención.
Numerosos hechos, como la propia normalización del Ixcán iniciada el 2
de febrero de 1994, los distintos contactos buscando soluciones prácticas con
los elementos militares, así como la participación de sus directivos en los
organismos municipales de desarrollo, muestran una voluntad de superar
situaciones pasadas, sin que por eso renuncien a sus derechos y reclamaciones
justas.
-
Con respecto a la calificación por parte de las autoridades militares de
las CPR como "poblaciones retenidas" la Comisión ha obtenido
distintos testimonios y comprobado que no existen pruebas fehacientes que
indiquen que las comunidades y sus miembros estén retenidos por la guerrilla o
por sus propias autoridades ni imposibilitados por ellos de radicarse fuera de
las CPR, o comerciar, trasladarse, o comunicarse con el exterior.
Por el contrario, la Comisión ha comprobado que las dificultades para
una relación normal con el exterior --y ésto es más pronunciado con respecto
a las CPR de la Sierra-- provienen de los miedos justificados que generan
algunos oficiales militares, comisionados militares y PACs., impidiendo su
comercio libre y amenazando a quienes comercian con ellos, acusándolos de
guerrilleros, interfiriendo su paso normal, o distribuyendo rumores para
enemistarlos con poblaciones circundantes.[14]
-
La Comisión considera que parecerían existir casos de hostigamiento
consciente de las CPR directamente por oficiales militares o inducidos por ellos.
Las Fuerzas Armadas deben investigar firmemente y sancionar severamente
toda denuncia contra cualquier elemento militar que con sus acciones hostigue o
persiga a las CPR, imponga restricciones ilegales a su derecho de comerciar
libremente, las acuse de guerrilleros o limite su libertad de locomoción sin
causa justificada.
-
La Comisión considera que dado el aterrorizamiento histórico que
sufrieron las CPR, deben darse instrucciones específicas para evitar vuelos
rasantes amenazadores o injustificados sobre población civil, y evitar
manifestaciones innecesarias sobre las prerrogativas militares en área civil.
-
Del análisis directo de la situación y de la evolución positiva hacia
una normalización y pacificación que tiene lugar en este momento como
comprobara la Comisión, ésta concluye que es necesario establecer
contactos específicos entre representantes de la población civil y efectivos
militares en el terreno, a nivel de cada comunidad para establecer normas prácticas
locales y específicas de tranquilidad y seguridad en cuanto a trabajos agrícolas,
locomoción y comercio.[15]
-
El proceso de normalización de las CPR y su impacto en contribuir a la
desaparición de los factores que las vinculaban con el "conflicto armado",
implica el descongelamiento de antiguos conflictos que pueden volver a dañar la
vigencia de los derechos humanos. Esos antiguos conflictos son en general vinculados con la
propiedad de tierras, y con rivalidades interétnicas o regionales.[16]
-
Entre los conflictos emergentes a los que debe darse inmediata solución
se encuentra en primer lugar el de las familias asentadas por el Ejército en
tierras previamente ocupadas o de propiedad de las comunidades CPR que ahora son
reivindicadas. El Estado tiene la
responsabilidad de ofrecer soluciones a dichas familias, no sólo por razones de
paz social, sino porque fue el propio Estado el que motivó su asentamiento en
tierras potencialmente conflictivas. FONAPAZ
está abocado a esa tarea y ya ha solucionado algunos casos grupales.
-
No puede olvidar la Comisión los derechos humanos de las "comunidades
perdidas" de Uspantán y Alta
Verapaz a las que se refiere en la Sección IV.
Dadas las difíciles condiciones de su supervivencia, la Comisión
considera que los organismos estatales deben prestar la atención debida a
dichas poblaciones, cuyos sacrificios para desarraigarse y volver a establecerse
fuera de las zonas de conflicto, no puede hacerlas posibles del olvido estatal,
en cuanto a servicios mínimos de comunicación, educación y salud, y
desarrollo en general.
-
La Comisión está convencida de la necesidad inmediata de disolver las
PAC que operan en áreas circundantes a las CPR.
Las mismas son una fuente continua de abusos a los derechos de las CPR y
sus miembros y un obstáculo a su normalización. El control por parte de los militares es insuficiente y
muchas veces son utilizadas por oficiales militares locales para hostigarlas.
Si el Estado necesita defender el territorio debe hacerlo con las fuerzas
armadas regulares.
-
La Comisión hace un llamado a las autoridades nacionales, y a las CPR
para que continúen avanzando en la solución de los aún difíciles problemas
analizados en este informe, y expresa su esperanza que a través de esos avances
se llegue en corto plazo a la normalización y a la plena vigencia de los
derechos humanos para dichas poblaciones. MEDIDAS
DE NORMALIZACION RECOMENDADAS PARA MEJORAR LA VIGENCIA DE LOS DERECHOS HUMANOS
PARA LAS "COMUNIDADES DE POBLACION EN RESISTENCIA"
GENERALES PARA EL IXCAN
Y LA SIERRA
a. Reiteración
pública por altas autoridades del propósito de respetar y garantizar derechos,
y de que no existe intención de atacar o cercar militarmente, ni de hostigar.
b. Documentación
identificatoria: Provisión a
todos los que lo deseen de cédula de vecindad, y mientras ésta se tramita
proveer inmediatamente identificación provisoria por CEAR, documentación ésta
que sea reconocida y respetada por toda autoridad sea civil o policial.
c. Exoneración
de conscripción militar por tres años.
d. Declaración
de no formación de PACs. en áreas reasentadas.
e. Oferta
de reparación de todo daño futuro causado sobre bienes y cosechas por causas
de enfrentamiento armado. Creación
de mecanismo efectivo de evaluación de daño y pago inmediato.
f. Instalación
en áreas reasentadas y en Sierra de delegaciones del Procurador de Derechos
Humanos.
g. Oferta
a las CPRs para que tengan servicio policial siguiendo el modelo Santiago Atitlán
o modelo Tecpán, en ambos casos legitimado y en coordinación con la Policía
Nacional.
h. Establecimiento
de representación de Ministerio Público.
i.
Establecimiento de Juez local.
j.
Nombramiento de Auditor para evaluación de daños pasados causados a
pobladores por operaciones de seguridad.
k. Declaración
pública de que no existirá campaña de presión psicológica contra miembros
de las CPR, poblaciones, ni sobre comunidades vecinas contra ellos o para
impedir comercio o tránsito libre.
l.
Acción del Tribunal Supremo Electoral para preparar garantías de
participación de población CPR en actos electorales.
MEDIDAS ESPECIALES PARA EL
IXCAN
m. Contacto
y plan para garantizar recogida de cosecha existente y nuevas plantaciones con
plena seguridad para soldados en área y para trabajadores de CPR.
n. Estudiar
posibilidad de creación de nueva municipalidad en área de Cooperativa Ixcán
Grande y de refugiados.
MEDIDAS ESPECIALES
PARA LA SIERRA
ñ. Regularización
de tenencia de tierra actual, demarcación y titulado.
o. Oferta
de análisis conjunto de medidas para facilitar comercio desde Sierra, incluso
delineado de camino de acceso.
p. Estudio
por el Ministerio de Educación para reconocimiento de grado y eventual apoyo a
dieciocho escuelas CPR existentes.
q. Análisis
de instalación de sucursal o servicios de futuro Banco del Triángulo Ixil en
Sierra.
r. Disolución
inmediata de las PACs. en poblaciones circundantes a CPR de Sierra (Ej. Copón,
etc.). s. Declaración pública de autoridades civiles y militares que no coartarán el derecho a comercio y locomoción de y hacia las CPR Sierra.
RESPUESTA
DEL GOBIERNO A LAS RECOMENDACIONES ANTERIORES DE LA CIDH
El Gobierno en su respuesta del 2 de junio señala con respecto a estas
recomendaciones que algunas de ellas están siendo implementadas, y que: ... en el
"Plan para el Respeto de los Derechos Humanos", que retoma las
recomendaciones de la experta independiente de Naciones Unidas, y de la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos de la OEA en su "Cuarto Informe sobre la
Situación de los Derechos Humanos en Guatemala", fueron incluídas una
serie de acciones encaminadas a mejorar la situación de los derechos de estas
poblaciones, las que fueron remitidas a cada una de las instituciones del
Gobierno responsables de ejecutarlas. Las
acciones en favor de las poblaciones de las CPRs. incluídas en el mencionado
Plan son las siguientes: 1.
La reactivación del proyecto de vacunación para los habitantes de las
CPRs., convenido con el Comité Internacional de la Cruz Roja. 2.
Llevar a cabo operativos periódicos para desminar las áreas donde se
asienta la población civil. 3.
Realizar los esfuerzos necesarios para incorporar a las CPRs. a la vida
nacional. 4.
Desarrollar y ejecutar programas que tiendan a solucionar los problemas
de vivienda, empleo 5.
Hacer los esfuerzos para realizar el diálogo con las CPRs. 6.
La no realización de operaciones militares en el asentamiento de las
CPRs., en tanto se llega a un cese total del fuego dentro del marco de las
negociaciones de paz. 7.
Hacer efectiva la vigencia de los derechos humanos de los miembros de las
CPRs., aún cuando se encuentren en un área de enfrentamientos. 8.
Estudio para determinar si es conveniente la creación de municipios en
las áreas donde se asientan los repatriados y las CPRs., para garantizar su
homogeneidad de intereses y su representatividad política. 9.
Apoyar financiera y técnicamente los proyectos tendientes a
la facilitación de tierras. 10.
Realizar las acciones necesarias para trasladar los destacamentos
militares localizados en las tierras propiedad de estas poblaciones.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, luego de
analizar y revisar el presente Informe a la luz de la respuesta del Gobierno
recibida el 2 de Junio de 1994, reitera que lo importante en este momento es la
rápida implementación de las medidas concretas tanto las planeadas por el
Gobierno como las recomendadas por la CIDH, base necesaria para la vigencia de
los derechos humanos de los habitantes de las CPRs y zonas vecinas.
La Comisión tiene la intención de verificar en forma permanente durante
los meses próximos el cumplimiento de estas medidas y espera que tanto
autoridades como instituciones y entidades nacionales contribuyan a dicha tarea. [ Indice ] [1]
Informes Especiales 1983, 1985 y 1993; y secciones especiales de sus
Informes Anuales. (OEA/Ser.L/V/II.53 doc.21; II.61 doc.47; II.66 doc.16;
II.83 doc.16 y II.85 doc.8).
(*) Para facilitar la lectura en
este informe se utilizan siglas o simplificaciones de nombres, entre ellas:
CPR referidos a las autodenominadas Comunidades de Población
en Resistencia objeto de este informe; PAC referida a los actuales
Comités Voluntarios de Autodefensa Civil (antes Patrullas de Autodefensa
Civil); Cooperativa del Ixcán
Grande referida a la Cooperativa Agrícola y de Servicios Varios Ixcán
Grande, R.L. que a su vez agrupa a cinco cooperativas locales en el Ixcán. [2]
OEA/Ser.L/V/II.66, octubre de 1985 (Tercer Informe).
Ver también OEA/Ser. V/II.53, doc. 21, rev. 2 octubre de 1981
(Primer Informe) y OEA/Ser.L/V/II.61, doc.
47, octubre de 1983 (Segundo Informe) y OEA/Ser.L/V/II.83, doc. 16, rev.,
junio de 1993. (Cuarto Informe). [3]
Datos de la AID indican que las personas afectadas por la destrucción de
sus hogares, aldeas y actividades económicas en los Departamentos de
Huehuetenango, El Quiche, San Marcos, Quezaltenango y Chimaltenango
alcanzaba una cifra entre 377 y 407.000 personas. [4]
Stoll, David. "Between two armies in the Ixil Towns of Guatemala"
Columbia University Press. 1993. p.147. [5]
Stoll, D. loc.cit. p. 291. [6]
Stoll, D. op.cit. p. 292. [7]
Ver CIDH "Cuarto Informe sobre la Situación de los Derechos Humanos en
Guatemala" junio 1993. pp. 78-79. [8]
El Ministro de Defensa señaló a la Comisión que últimamente cinco
soldados habían sido muertos cerca de Mayalán y tres heridos gravemente
cerca de Amachel. Señaló al
respecto que para evitar daños o fricciones con la población civil, "nosotros
sólo reaccionamos, cuando deberíamos tener la iniciativa contra la
guerrilla". [9]
Dicho auxilio no pudo ser confirmado por la Comisión. [10]
Declaraciones del Ministro de Defensa a la CIDH marzo 8 de 1994. [11]
Ver "Cuarto Informe sobre la Situación de los Derechos Humanos en
Guatemala" 1993, OEA/Ser.L/V/II.83, doc. 16 rev., y la sección sobre
Guatemala incluida en el Informe Anual de la CIDH 1993 OEA/Ser.L/V/II.85,
doc. 8, rev., publicado en febrero de 1994. [12]
La Comisión fue informada que el Presidente de la Cooperativa del Ixcán,
Don Sebastián Salles es miembro del Consejo de Desarrollo de toda el área,
con sede en Cantabal Playa Grande. [13]
Con respecto a las conclusiones de la CIDH contenidas en los tres párrafos
anteriores, la respuesta del Gobierno del 2 de junio dice:
"(Respecto a estos párrafos)...el Gobierno de Guatemala
reconoce los aspectos subjetivos que pueden darse en la relación de su Ejército
con la población y agradece a la Comisión llamar la atención del Gobierno
sobre este tópico. Ante ésto, girará instrucciones a las autoridades
correspondientes para que tomen
en cuenta la experiencia histórica de estas poblaciones, debiendo ser
cuidadosos en su accionar, ya que ellas interpretan de una forma diferente a
la gubernamental, la actuación de las fuerzas armadas". [14]
Con respecto a estos dos párrafos anteriores, en su nota del 2 de Junio
dice el Gobierno: "(Con
respecto a estos párrafos)... se estima que este hecho es generado por una
mala interpretación por parte de algunos miembros de las CPR, ante la
presencia del Ejército de Guatemala y sus patrullajes, que no tienen más
función que la de prestar seguridad en la región donde aún esta presente
el enfrentamiento armado interno". [15]
Con respecto a este punto, la nota del Gobierno del 2 de junio dice:
"Se agradece a la Comisión el fijar la atención del Gobierno
en la importancia de un acercamiento entre el Ejército de Guatemala y las
CPRs., para establecer en conjunto normas para el beneficio de toda la región,
y así lograr la reconciliación". [16] Con respecto a este punto, responde el Gobierno en su nota del 2 de junio de 1994: "El Gobierno agradece la advertencia con relación a que la normalizacion de la situación conlleva el riesgo del descongelamiento de antiguas rivalidades interétnicas o regionales. Las manipulaciones étnicas que se dieron en el marco del enfrentamiento, sumadas a las penurias ocasionadas a la población a consecuencia del mismo, pudieron haber enfatizado rasgos que podrían ser fuente de futuras confrontaciones...". |