PREFACIO DE LOS CO-RELATORES A LA COMPILACIÓN DE MATERIALES 
DE LA CIDH SOBRE DERECHOS INDÍGENAS

 

La preocupación por los derechos humanos de los pueblos indígenas y de sus miembros, ha sido una constante en el trabajo de la Comisión, como lo muestran los documentos incluídos en esta compilación.  Apenas iniciadas sus actividades en 1972, la Comisión declaró que “era una obligación sagrada de los Estados la protección de las comunidades indígenas en sus territorios”. Esa preocupación logró amplia visibilidad a partir de varios casos en la década de los ochenta, en particular la decisión que en 1985 implicó solicitar al Gobierno de Brasil una serie de medidas en favor del pueblo Yanomami, entre ellas la demarcación de sus tierras. 

A partir de 1989, año en que la Comisión inició el proceso de preparación de una declaración americana sobre los derechos de los pueblos indígenas, proceso que incluyó amplias consultas y reuniones a lo largo de todo el continente,  aumentó el interés de los pueblos indígenas en utilizar los mecanismos del sistema interamericano de derechos humanos para la  reivindicación y defensa de sus derechos. La creciente recepción de peticiones en ese sentido así lo demuestra. Los Estados manifiestan también mayor interés y sensibilidad en dichos temas, evidenciado en varias soluciones amistosas logradas y en negociación. 

Desde entonces, los sucesivos relatores Patrick Lipton Robinson  (1991-1995), y Carlos Ayala Corao (1996-1996),  han mantenido una línea de compromiso con los derechos humanos de los indígenas y un trabajo fecundo de la Relatoría, en tanto mecanismo de la Comisión para orientar y reforzar esta área temática. 

En Marzo del 2000 la Comisión nos ha designado relatores para este tema y hemos asumido esa responsabilidad, conscientes de la importancia y dispuestos a bregar por la situación de esos pueblos compuestos por más de cuarenta millones de americanos, que por lo general, además de los despojos históricos siguen padeciendo los índices más bajos de servicios, ingresos y acceso a oportunidades en sus países y muchos de ellos continúan discriminados

Coincide el nombramiento de los presentes Relatores, con la aprobación e iniciación de actividades  del “Proyecto de Fortalecimiento del Sistema Interamericano para la Protección de los Derechos Humanos de las Comunidades, minorías étnicas y otros grupos vulnerables afectados por los conflictos de Centroamérica”, que en base a fondos de la cooperación internacional de Dinamarca, permitirá a la CIDH acelerar y profundizar el tratamiento de peticiones y casos. Además del reforzamiento de su personal técnico en la Secretaria General, el proyecto facilita realizar investigaciones en los países sobre casos en trámite, trasladar testigos y expertos para audiencias ante la Comisión o la Corte, y difundir a través de publicaciones y medios electrónicos la doctrina y jurisprudencia de la Comisión en este tema. 

Los pueblos indígenas enfrentan hoy situaciones difíciles. La expansión física de las economías nacionales y de la infraestructura de obras insertándose  en los territorios que permanecían como habitats indígenas, sumada a la interpenetración cultural a través de  fronteras sociales, políticas y físicas; han puesto en severo desequilibrio a las comunidades indígenas que subsistieron en difíciles circunstancias. Por otro lado, el incremento de la capacidad organizativa y reivindicatoria de los pueblos indígenas, el interés general por la preservación del medioambiente que coincide en gran medida con el habitat indígena; y la mayor visibilidad nacional e internacional de la riqueza de sus culturas y los desafíos que ellas enfrentan, brindan una plataforma y nuevas razones e incentivos para reforzar sus reivindicaciones. 

La CIDH, por si y a través de los aportes de su Relatoría especial seguirán administrando los instrumentos legales interamericanos en defensa y para la promoción de los derechos humanos de los pueblos indígenas y sus miembros, en primer lugar por la legitimidad de esos derechos y la vulnerabilidad de esas comunidades, pero además porque considera que reconocer y aprovechar la pluriculturalidad de nuestras naciones es una de las obligación de la democracia y la vigencia de los derechos humanos para todos. 

 

Mayo 31 del 2000

 

  Claudio Grosman   

Julio Prado Vallejo

  Comisionado   

   Comisionado

      Co-relatores Especiales sobre Derechos de los Indígenas.