COMUNICADO DE PRENSA

 

N° 16/03

 

ENTRADA EN VIGENCIA DE LA CONVENCIÓN INTERNACIONAL SOBRE LA PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE TODOS LOS TRABAJADORES MIGRATORIOS Y DE SUS FAMILIARES
 

          La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) celebra la entrada en vigencia, el 1º de julio de 2003, de la “Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de todos los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares”, adoptada por la Asamblea de General de las Naciones Unidas en 1990. La Relatoría sobre Trabajadores Migratorios y Miembros de sus Familias, considera que esta Convención representa un avance importante en la generación de estándares internacionales de protección en materia de derechos humanos para un sector vulnerable de la población. Entre sus puntos principales, la Convención establece un catálogo amplio y detallado de derechos humanos para los trabajadores migratorios y sus familias, así como un sistema de revisión de informes periódicos por parte de los Estados miembros frente a un Comité de Expertos en el que pueden participar la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y otras agencias y organizaciones intergubernamentales especializadas en la materia. La Convención constituye el instrumento más ambicioso e integral por establecer derechos y obligaciones específicos en este ámbito.

 

          La entrada en vigencia de la Convención responde al incremento en la importancia del tema migratorio, así como a las condiciones de vulnerabilidad de las personas y trabajadores migratorios, que en numerosas ocasiones deben enfrentar abierta hostilidad por parte de la población local y de las autoridades. La situación es particularmente grave en el caso de personas indocumentadas, cuya condición las expone a más abusos.

 

Varios Estados miembros de la Organización de los Estados Americanos (OEA) han ratificado la Convención: Belice, Bolivia, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México y Uruguay. La Relatoría destaca que, en parte, gracias a la ratificación de estos Estados la Convención finalmente ha entrado en vigencia. Por otro lado, la Relatoría aprovecha la oportunidad de la entrada en vigencia de este instrumento para reiterar su llamado a los Estados miembros de la OEA que aún no han ratificado la Convención a que consideren hacerlo en el futuro.

 

          En el diseño de cualquier política en materia migratoria, los Estados deben reconciliar y complementar dos principios fundamentales: por un lado, su derecho a regular la entrada de personas a su territorio de acuerdo a sus necesidades, en otras palabras, de ejercer su soberanía; y por otro, respetar la dignidad intrínseca y el derecho de millones de seres humanos que buscan emigrar de sus países en busca de mejores condiciones de vida para ellos y sus familias. La entrada en vigencia de la Convención es un paso importante para lograr un equilibrio entre los dos principios arriba enunciados.

 

 

Washington, D.C., 3 de julio de 2003