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COMUNICADO DE PRENSA No. 30/02
PREOCUPACIÓN
DE LA COMISIÓN INTERAMERICANA POR LA SITUACIÓN DE LOS DEFENSORES DE
DERECHOS HUMANOS EN GUATEMALA |
La
Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) culmina el día de hoy una
visita a la República de Guatemala realizada entre
el 23 y el 26 de julio de 2002. La visita tuvo por objeto evaluar la situación
de los defensores derechos humanos en Guatemala. La CIDH es un órgano principal de la Organización de los Estados Americanos, compuesto de siete miembros elegidos a título personal por la Asamblea General de dicha Organización. La Comisión tiene el mandato de promover la observancia de los derechos humanos en el Hemisferio conforme a los parámetros establecidos en la Convención Americana sobre Derechos Humanos, de la cual Guatemala es parte desde 1978. La delegación de la CIDH estuvo compuesta por la Lic. Susana Villarán, Comisionada y Relatora para Guatemala, el Dr. Santiago A. Canton, Secretario Ejecutivo, María Claudia Pulido abogada de la Comisión a cargo de los asuntos de Guatemala y Andrea Galindo abogada de la Comisión e integrante de la Unidad de Defensores de Derechos Humanos.
Durante
su visita la delegación de la CIDH se entrevistó con el señor Presidente de
la República, Dr. Alfonso Portillo; con el señor Vicepresidente de la República,
Dr. Francisco Reyes y demás miembros del Gabinete de Seguridad, el Presidente
de la Corte Suprema, Dr. Carlos Alfonso Álvarez Lobos; el Procurador de
Derechos Humanos, Dr. Julio Arango Escobar; el Procurador electo de Derechos
Humanos, Dr. Sergio Morales; el Fiscal General de la Nación, Dr. Carlos David
de León Argueta ; y con la Fiscal Especial para Defensores de Derechos Humanos,
Dra. Tatiana Morales. Asimismo,
la delegación se entrevistó con integrantes del Movimiento Nacional de
Derechos Humanos, con organizaciones dedicadas a derechos del niño y de mujeres,
con antropólogos forenses, con representantes de organizaciones sociales
pertenecientes a los movimientos campesino y sindical, así como con miembros de
la Comisión Consultiva Maya. La
delegación de la CIDH participó también de la II Consulta Latinoamericana
sobre Defensores de Derechos Humanos y del Taller Nacional de Defensores de
Derechos Humanos. La
Comisión agradece la cooperación y las facilidades provistas por el Gobierno
de Guatemala, así como la información brindada tanto por los funcionarios del
Estado, como por las organizaciones de derechos humanos y los movimientos
sociales con los cuales se reunió. La
situación de los defensores de derechos humanos es una de las preocupaciones
principales de la CIDH. En diciembre del 2001 se creó la Unidad de Defensores de
Derechos Humanos, con el objetivo de fortalecer los mecanismos de protección
brindados por el sistema interamericano a los defensores de derechos humanos de
la región. Asimismo, los gobiernos
del hemisferio, por medio de las resoluciones de la Asamblea General de la OEA
1818/01 y 1842/02, expresaron su
preocupación por la situación de los defensores y
solicitaron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que
“continúe prestando la debida atención a la situación de los defensores de
los derechos humanos en las Américas y que considere la elaboración de un
estudio integral sobre la materia”. La
Comisión desea destacar los logros alcanzados por el Gobierno de Guatemala en
varios casos y medidas cautelares pendientes ante la Comisión. Asimismo, a través
de procedimientos de soluciones amistosas se ha avanzado a favor de víctimas
del conflicto armado y se ha fortalecido el sistema interamericano. En
el marco de la colaboración existente entre el Gobierno y la CIDH, y con el
objetivo de contribuir a la búsqueda de una mayor protección de los derechos
fundamentales de los ciudadanos guatemaltecos, la Comisión, en atención a las
Resoluciones de la Asamblea General y sobre la base de las funciones y
atribuciones que le otorga el artículo 41 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, hace de público conocimiento las siguientes observaciones
preliminares. En
primer lugar, la Comisión
resalta la importancia del sistema democrático y la vigencia del Estado de
Derecho para la efectiva protección de los derechos humanos. En una sociedad
democrática, los derechos y libertades inherentes a la persona, sus garantías
y el Estado de Derecho constituyen una tríada, cada uno de cuyos componentes se
define, completa y adquiere sentido en función de los otros. La
democracia y el Estado de Derecho constituyen condiciones necesarias para lograr
la vigencia y el respeto de los derechos humanos en una sociedad.
Una de las amenazas principales para la vigencia del Estado de Derecho es
la impunidad. La Comisión ha llamado reiteradamente la atención en sus
informes sobre Guatemala acerca de la existencia de una impunidad estructural en el
sistema de justicia guatemalteco que afecta gravemente la vigencia del Estado de
Derecho. Durante la presente visita
la Comisión ha comprobado que no existen avances significativos en la
investigación y sanción a los responsables de las violaciones a los derechos
humanos, lo que constituye uno de los factores más importantes para la
persistencia de la impunidad en la sociedad guatemalteca. La
Comisión exhorta al Estado a dedicar atención prioritaria y voluntad política
para superar la situación de impunidad, para lo cual considera de crucial
importancia fortalecer los mecanismos de investigación.
En este sentido, es necesario otorgar los recursos humanos y materiales a
la Procuraduría de Derechos Humanos, al Ministerio Público y en especial a la
recientemente creada Fiscalía Especial sobre Derechos Humanos. La circunstancia
que estos tres funcionarios hayan comenzado su gestión hace menos de dos meses,
o estén a punto de iniciarla, representa una oportunidad que debe ser
aprovechada inmediatamente para iniciar un proceso orientado a poner fin a la
impunidad existente. En particular, la Comisión desea expresar su más profunda preocupación por el aumento significativo de ataques sistemáticos que, directa o indirectamente, impiden o dificultan las tareas de los defensores de derechos humanos. En los últimos meses, la Comisión recibió abundante información que evidencia un patrón de intimidación hacia los mismos. Asimismo, durante la presente visita la Comisión ha sido informada sobre más de 100 ataques y actos de intimidación contra defensores, operadores de justicia, testigos y dirigentes sociales registrados en el curso del año 2002. Entre dichos ataques se encuentran registros ilícitos a las oficinas de las organizaciones de derechos humanos, robo de equipos e información, amenazas de muerte proferidas por teléfono y por escrito, ataques contra la integridad física, seguimientos, secuestros, y, en algunos casos, asesinatos. Según la información recibida por la Comisión, a la fecha ninguno de los responsables de estos ataques ha sido llevado a juicio. De
otra parte, la
Comisión expresa su profunda preocupación por la reorganización de grupos de
ex miembros de las Patrullas de Autodefensa Civil (PAC) y la existencia de
estructuras clandestinas vinculadas con el Estado o vinculadas a intereses económicos
o de otro orden, que actúan con la participación o tolerancia de agentes
estatales. Uno
de los compromisos cruciales del Acuerdo Global sobre Derechos Humanos es que el
Estado debe combatir cualquier manifestación de fuerzas de seguridad ilegales,
de estructuras de poder paralelas y tener un mayor control de la posesión y uso
de armas de fuego. Es indispensable
que el monopolio de la fuerza sea mantenido exclusivamente por quienes tienen
mandato constitucional, y que las autoridades responsables apliquen la debida
diligencia para investigar, enjuiciar y sancionar a los integrantes de los
llamados “grupos clandestinos". La
Comisión registra con preocupación la ausencia de diálogo entre el Gobierno y
las organizaciones de la sociedad civil, en particular los defensores de
derechos humanos. Luego de 36 años de conflicto armado
que ocasionó la perdida de cientos de miles de guatemaltecos, la
sociedad conoce a la perfección las graves consecuencias de la polarización y
la ausencia de diálogo. La Comisión insta a todos los sectores a superar la
desconfianza existente y a entablar un dialogo que permita encontrar soluciones
concretas a los problemas que afectan no sólo a los sectores más vulnerables
sino a toda la sociedad. La
impunidad, la debilidad de las instituciones de control, la movilización de las
PAC, la existencia de grupos clandestinos, y en particular los actos
intimidatorios en contra de los defensores de derechos humanos, representan un
preocupante deterioro de las condiciones para ejercer la defensa de los derechos
humanos, que afecta seriamente a la sociedad guatemalteca.
Para
finalizar, la Comisión desea remarcar que en el proceso para el logro pleno del
Estado de Derecho, los defensores de derechos humanos tienen un papel protagónico.
El accionar de los defensores, a través de la defensa de individuos y grupos de
personas que son víctimas de violaciones de derechos humanos, de la denuncia pública
de las injusticias que afectan a importantes sectores de la sociedad y del
necesario control que ejercen sobre los funcionarios públicos y las
instituciones democráticas, entre otras actividades, los convierte en una pieza
irremplazable para la construcción de una sociedad democrática sólida y
duradera. Cuando
los defensores de derechos humanos son silenciados por la intimidación y el
miedo, se priva a miles de personas de la oportunidad para encontrar respuestas
a las violaciones e injusticias en que se encuentran sometidos vastos sectores
de la sociedad. La Comisión aprovecha esta oportunidad para felicitar a los
defensores de derechos humanos que en forma incansable y desinteresada trabajan
para alcanzar una sociedad más justa. La Comisión continuará observando de manera muy atenta la
situación de los defensores de derechos humanos y elaborará un informe que
oportunamente hará de conocimiento público.
La visita que culmina en el día de hoy constituyó una oportunidad
inmejorable para cumplir este fin, así como para profundizar el dialogo, que
dentro del marco de su competencia, la Comisión mantiene con las autoridades y
con la sociedad guatemalteca. La
Comisión reitera su ofrecimiento de colaborar para contribuir al
fortalecimiento de la defensa y protección de los derechos humanos en un
contexto democrático y de legalidad institucional.
Guatemala,
26
de julio de 2002 |