COMUNICADO DE PRENSA

 

N° 24/02 

 

 

LA COMISIÓN INTERMERICANA DE DERECHOS HUMANOS LLAMA A LAS PARTES EN EL CONFLICTO ARMADO EN COLOMBIA A TERMINAR CON LOS ATAQUES INDISCRIMINADOS CONTRA LA POBLACIÓN CIVIL

 

 

1.              La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresa su enérgico rechazo a los recientes ataques indiscriminados lanzados contra la población civil en los municipios de Bojayá y Vigía del Fuerte en el departamento del Chocó, República de Colombia.  En particular, la Comisión expresa su consternación por los hechos del pasado 2 de mayo de 2002, cuando las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) lanzaron un cilindro de gas al interior de la Capilla Católica de Bellavista, donde la población civil había buscado refugio durante una confrontación armada entre este grupo y un bloque de las Autodefensas (AUC).  Esta violación atroz de los principios consagrados por el derecho internacional humanitario cuya naturaleza y gravedad generan la responsabilidad penal individual a nivel internacional de los miembros de las FARC involucrados, dejó como saldo la muerte de al menos 117 civiles –muchos de ellos niños menores de edad—y un número similar de heridos.

 

2.   En esta oportunidad corresponde expresar preocupación por la grave situación humanitaria que atraviesa la población de esa zona del departamento del Chocó, la cual ha debido desplazarse en pleno enfrentamiento entre las FARC y las AUC.  Asimismo, la CIDH continua recibiendo denuncias sobre las consecuencias de la reciente contra ofensiva militar la cual habría sido llevada a cabo mediante ataques aéreos indiscriminados que han afectado a los habitantes de Bellavista, Vigía del Fuerte y las comunidades afrocolombianas de Napipí y Murindó y que amenazan con afectar a otras comunidades que habitan en zonas cercanas.

 

3.     En vista de la situación en el departamento del Chocó, la CIDH reitera su llamado a las partes en el conflicto y en particular a las FARC a respetar las normas y principios básicos del derecho internacional de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario y abstenerse de lanzar ataques indiscriminados contra la población civil.

 

Washington D.C., 10 de mayo de 2002