|
|
Nº
20/02 EL
PRESIDENTE DE LA COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS PRESENTA EL
INFORME ANUAL DEL 2001 En
la presentación del Informe Anual ante la Comisión de Asuntos Jurídicos
y Políticos del Consejo Permanente de la OEA, el Presidente de la CIDH, Dr.
Juan E. Méndez,
remarcó los nuevos desafíos
para los Estados miembros de la Organización, enfatizando que "los ataques perpetrados el 11 de septiembre en las torres gemelas de la
ciudad de Nueva York y en el Pentágono en Washington D.C., han abierto un
vigoroso debate sobre las medidas a adoptar con el fin de combatir este
flagelo en general y sobre los medios apropiados para investigar, juzgar y
sancionar a los responsables". Dentro
de este contexto, el Dr. Méndez indicó que "la
Convención Americana sobre Derechos Humanos y otros instrumentos
aplicables establecen procedimientos que permiten la adopción de medidas
de emergencia con el objeto de enfrentar graves amenazas al orden público
dentro del marco del Estado de Derecho sin desatender el respeto a las
garantías básicas, no derogables, previstas por el derecho internacional".
Asimismo, informó que la CIDH se encuentra actualmente elaborando un
informe sobre terrorismo y derechos humanos con el fin de asistir a los
Estados miembros en el diseño de respuestas para afrontar la amenaza del
terrorismo internacional dentro del marco del derecho internacional de
derechos humanos y el derecho humanitario. El
Presidente de la CIDH remarcó que al analizar la situación de derechos
humanos en la región, se pueden constatar avances que fortalecen la
democracia y los derechos humanos. Entre otros, el Dr. Méndez identificó
el llamado a elecciones periódicas, la existencia de sociedades más
abiertas y libres, y la participación de la sociedad civil organizada en
temas de interés público. Sin embargo, acotó, "que
aún subsisten serios problemas que amenazan la estabilidad democrática
de la región". Entre éstos mencionó la existencia de
instituciones insuficientemente desarrolladas, como es el caso del poder
judicial, la falta de articulación adecuada en la relación entre el
respeto a los derechos humanos y la seguridad ciudadana, y una marcada
desigualdad en términos económicos, sociales y culturales de vastos
sectores de nuestras sociedades. El
informe incluye las decisiones adoptadas sobre denuncias individuales de
violaciones a los derechos humanos e incorpora un capítulo sobre los
Estados miembros cuyas prácticas en materia de derechos humanos
merecieron una atención especial. En este sentido, la CIDH reitera que en
Cuba se continúa violando en forma sistemática los derechos
fundamentales de las personas por la falta de un estado de derecho y
tolerancia a la pluralidad de ideas y opiniones, al mismo tiempo que
reconoce las medidas positivas en el ámbito de los derechos económicos,
sociales y culturales. En lo relativo a Colombia, el Informe reproduce
sustancialmente el comunicado de prensa de la visita de la Comisión
a dicho país en diciembre de 2001 en el cual se reitera la seria
preocupación de la CIDH por el impacto del conflicto armado en la población
civil y las graves violaciones a los
derechos humanos y el derecho internacional humanitario. Por otra
parte, en su discurso, el Dr. Méndez señaló que la CIDH continúa
observando con seria preocupación la situación de precariedad
institucional que afecta a Haití e informó que
el Relator para Haití de la CIDH, Dr. Clare Kamau Roberts, y el
Secretario Ejecutivo viajarán a dicho país en las proximas semanas.
Asimismo, respecto a la República Bolivariana de Venezuela, el Dr.
Méndez confirmó la realización de una visita
de la CIDH a dicho país la próxima semana.
Reiteró el beneplácito por el reestablecimiento del orden
constitucional y afirmó que la CIDH seguirá “observando
de manera muy atenta el desarrollo de la situación de los derechos
humanos”. El Informe incluye un recuento actualizado sobre la labor de las Relatorías
temáticas de la Comsión. Con respecto a la Relatoría de los Derechos de
la Mujer, el Dr. Méndez indicó que "las
normas regionales de protección obligan a los Estados del Hemisferio a
actuar con debida diligencia para prevenir la violencia y discriminación
basadas en género, juzgar y sancionar a todos los responsables, así como
adoptar medidas para erradicar dichas violaciones en forma permanente".
En
lo que se refiere a la situación de los
pueblos indígenas, el Presidente de la CIDH señaló que éstos
son frecuentemente víctimas del empobrecimiento severo y de la violación de
sus derechos humanos fundamentales dentro y fuera de sus comunidades y
reiteró su llamado a los Estados miembros para que impulsen la aprobación
de la Declaración Americana sobre Derechos de los Pueblos Indígenas.
También, el Dr. Méndez observó “que
los miembros de las comunidades afrodescendientes son víctimas de
marginación social, discriminación y violencia, además de padecer, en
muchos casos, las consecuencias de la falta de titulación de las tierras
que habitan”. Seguidamente,
indicó que el Capítulo VI del
Informe Anual trata diversos temas relativos a la problemática migratoria
e hizo un llamado para que los Estados miembros de la OEA promuevan el
respeto y garanticen los derechos fundamentales de los trabajadores
migratorios y sus familias de conformidad con los estándares
internacionales en la materia. Por
otra parte, el Presidente de la CIDH enfatizó que la “Unidad Funcional
de Defensores de Derechos Humanos” de la CIDH se encuentra elaborando un
estudio sobre la situación de los defensores de los derechos humanos en
las Américas. El Dr. Méndez reiteró la seria preocupación de la CIDH
por la extrema vulnerabilidad en la que trabajan los defensores de
derechos humanos que se ha visto manifestada, durante el 2001, a través
de “actos de amedrentamiento, desapariciones, atentados y asesinatos
perpetrados contra personas y organizaciones dedicadas a la defensa de los
derechos humanos”. En lo que se refiere específicamente a la Relatoría de Libertad de
Expresión, durante el 114° período ordinario de sesiones la CIDH designó
al Dr. Eduardo Bertoni como Relator Especial para la Libertad de Expresión,
quien iniciará sus actividades en mayo del presente año. El Informe
Anual de la Relatoría hace un balance de las actividades realizadas bajo
el liderazgo del Dr. Santiago Canton y traza los logros alcanzados y desafíos
en materia de libertad de expresión en el hemisferio. Dentro de los
logros se señala, entre otros, la promulgación de leyes de acceso a la
información en varios países de la región y la iniciativa de los
Gobiernos de Costa Rica y Chile de derogar las leyes de desacato. A este
respecto, la Relatoría espera que se continúe con estos avances,
derogando o modernizando otras normativas que restringen innecesariamente
la libertad de expresión. Por
otra parte, el Informe indica que la libertad de expresión continúa
amenazada en varios países del hemisferio. Durante el año 2001 se
registraron más de 9 asesinatos de periodistas en distintos países de la
región. Además de los asesinatos, la Relatoría informa que las amenazas
y agresiones físicas y psíquicas, el hostigamiento e intimidación a
periodistas y medios de comunicación y el inicio de acciones judiciales
por parte de autoridades con el propósito de silenciar a los medios de
comunicación son un ejemplo de las prácticas utilizadas en varios países.
Asimismo, contrariamente a lo establecido por la jurisprudencia del
Sistema Interamericano, en aproximadamente 16 países de la región siguen
vigentes las leyes de desacato. El Capítulo III contiene un Informe sobre
la Acción de Hábeas Data y el Derecho de Acceso a la Información en el
Hemisferio, en el cual se recomienda a los Estados miembros que lleven a
cabo políticas que promuevan y divulguen la existencia y respeto de estos
derechos individuales y colectivos como herramientas legales para alcanzar
la transparencia de los actos del Estado. El Capitulo IV se refiere a un
Informe sobre ética en los medios de comunicación. En sus
consideraciones finales, la Relatoría hace especial hincapié en la
necesidad de que los Estados miembros de la OEA asuman un compromiso sólido
en el respeto y la promoción de la libertad de expresión como pilar
fundamental para la consolidación de las democracias. Washington, D.C., 1º de mayo
de 2002 |