COMUNICADO DE PRENSA Nº 11/00 1. El día de hoy,
25 de agosto de 2000, finaliza la visita in
loco que realizara la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
(“CIDH” o “Comisión”), por invitación que cursara
oportunamente el Gobierno de Haití, con el objeto de observar la
situación de los derechos humanos en este país. Participaron en la visita los siguientes miembros de la
Comisión: Profesor Helio Bicudo, Presidente; Embajador Peter Laurie y
Dr. Julio Prado Vallejo. La
Comisión recibió la asistencia del Embajador Jorge E. Taiana,
Secretario Ejecutivo; del Dr. David J. Padilla, Secretario Ejecutivo
Adjunto; y las Especialistas en Derechos Humanos, Dra. Bertha Santoscoy,
encargada de los asuntos de Haití, y Dra. Raquel Poitevien Cabral.
También fue acompañada por la intérprete Rose Marie Brierre y
el oficial del Departamento de Información Pública, Luiz Coimbra.
Asimismo, contó con el apoyo administrativo de las señoras
Martha Keller y Gloria Amanda Molina. 2. La Comisión es
un órgano principal de la Organización de los Estados Americanos (“OEA”)
que de manera imparcial, se encarga de promover la observancia y defensa
de los derechos humanos en el Continente.
Las atribuciones de la CIDH derivan fundamentalmente de la propia
Carta de la OEA, de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes
del Hombre y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos o Pacto
de San José (en adelante la “Convención Americana”).
Con tal propósito, la Comisión investiga y decide sobre
denuncias de violaciones de los derechos humanos, efectúa visitas in
loco (como la actual que se ha efectuado en Haití), prepara
proyectos de tratados y declaraciones sobre derechos humanos, así como
informes sobre la situación de los derechos humanos en los países de
la región. La Comisión
está integrada por siete miembros elegidos a título personal por la
Asamblea General de la OEA, por un período de cuatro años. 3.
Durante la visita, la CIDH se entrevistó con autoridades de los
diferentes poderes del Estado haitiano, e igualmente con diferentes
sectores de la sociedad civil, tales como organizaciones de derechos
humanos y otros grupos de ayuda social y humanitaria, representantes de
la Iglesia Católica, presuntas víctimas de violaciones de derechos
humanos y con periodistas de diversos medios de comunicación.
La Comisión también visitó la Penitenciaría Nacional y el
Fuerte Nacional, centro de detención de mujeres y niños. 4. La Comisión se entrevistó con su excelencia el señor Presidente de la República, el señor René G. Préval; el Presidente de la Corte de Casación, señor Claudel Debrosse; el Presidente del Senado, señor Edgard Leblanc, el Ministro de Relaciones Exteriores y de Culto, señor Fritz Longchamp; el Ministro de Justicia y de la Seguridad Pública, señor Camille Leblanc, y el Director General del Ministerio del Interior y de las Colectividades Territoriales, señor Lubraine Bienaimé. También se reunió con el Director General de la Policía Nacional Haitiana, señor Pierre Denizé; el Director de la Administración Penitenciaria, señor Cliford Larose; el Director del Centro Penitenciario, señor Rene Jean Daniel; el Director de la Escuela de la Magistratura, señor Willy Lubin y con la Directora Adjunta de la Oficina de Protección del Ciudadano y de la Ciudadana, Dra. Florence Elie. 5.
Asimismo, la CIDH se reunió con los representantes de varios
partidos políticos y con representantes de organismos internacionales
tales como las Naciones Unidas, a través de la Misión Internacional
Civil de Apoyo en Haití (MICAH), Programa de las Naciones Unidas para
el Desarrollo (PNUD) y la Organización de las Naciones Unidas para la
Infancia (UNICEF), así como el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
La Comisión también tuvo oportunidad de conversar con el
representante de la Iglesia Católica, Monseñor Serge Miott, Arzobispo
de Puerto Príncipe y con numerosas organizaciones no gubernamentales de
derechos humanos. La CIDH
contó con el apoyo de MICAH en la organización de varias entrevistas
con sectores de la sociedad civil haitiana y en la organización de un
“Seminario sobre el Sistema Interamericano de Protección de los
Derechos Humanos”, en el cual participaron representantes de
diferentes organizaciones de derechos humanos y, de ayuda social y
humanitaria. El Gobierno de
Haití extendió a la Comisión en todos los ámbitos la más plena
asistencia y cooperación a fin de hacer posible la realización de su
programa. 6. Durante
su visita a Haití la Comisión recibió quejas de violación de
derechos humanos. También
recabó información adicional sobre el caso
Guy Malary, el cual se encuentra pendiente ante la CIDH, y en este
contexto se reunió con el señor Camille Leblanc, Ministro de Justicia,
y con el peticionario, el Lawyers
Committee for Human Rights representado por el señor John
Beaglehole. 7. La
presente visita in loco,
celebrada cinco años después de la última visita de la Comisión a
Haití, ha permitido profundizar la relación con el Estado y la
sociedad civil, para continuar trabajando juntos en la tarea permanente
de protección y promoción de los derechos humanos.
El programa desarrollado por la CIDH permitió obtener una
apreciación, por ahora necesariamente preliminar y provisional, de la
situación general de los derechos humanos en Haití. 8. La
amplia y compleja información recibida, será analizada en profundidad
en la próxima reunión que la Comisión celebrará en su sede, con el
objeto de elaborar un informe sobre la situación de los derechos
humanos en Haití. Es
importante señalar que, al recibir, tramitar y decidir peticiones
individuales de personas que denuncian violaciones a los derechos
humanos, la CIDH desempeña funciones jurisdiccionales.
Por lo tanto, la CIDH se abstiene de efectuar pronunciamientos
específicos que puedan prejuzgar sobre el fondo de los casos
individuales sometidos a su consideración. 9. Sin
perjuicio de lo anterior, al finalizar su visita, la Comisión desea
expresar las siguientes consideraciones generales: 10. La
CIDH debe destacar las dramáticas circunstancias en que se desarrolla
la vida cotidiana de la sociedad haitiana.
La extrema pobreza en que se encuentra sumergida la mayoría de
la población, condenada al desempleo o el sub-empleo, las elevadas
tasas de analfabetismo, la reducida expectativa de vida, los altos índices
de mortalidad materno-infantil y la desnutrición, configuran una
situación de emergencia social que ha sido reiteradamente señalada en
Haití por los más diversos sectores sociales y políticos, y que es
confirmada por todos los informes de organismos internacionales. 11. Esta
situación se ve agravada por la crónica debilidad de las instituciones
estatales. Los limitados
recursos presupuestarios y una larga historia de abusos y corrupción,
hacen que la infraestructura del país sea obsoleta y no pueda ofrecer
servicios a amplios sectores de la población:
La energía eléctrica, las comunicaciones, la seguridad, la
administración de justicia, la educación, la salud, todas las áreas
presentan limitaciones extremas, las más graves en nuestro hemisferio. 12. En
este marco, la vigencia efectiva de los derechos humanos, tanto los
civiles y políticos, como los económicos, sociales y culturales
representan un desafío de gran magnitud, que solo será posible
enfrentar exitosamente, con el más amplio compromiso de los diversos
sectores de la sociedad y Gobierno haitiano, y con el apoyo solidario de
la comunidad internacional. 13. La
Comisión desea expresar su agrado por la aceptación de la competencia
contenciosa de la Corte Interamericana de derechos humanos por parte del
Estado haitiano el 3 de marzo de 1998. De esa manera se fortalece la protección de los derechos
humanos. 14. La
Comisión también desea destacar la importancia que atribuye a la
Oficina de Protección del Ciudadano y la Ciudadana creada por la
Constitución de 1987. Esta
institución puede cumplir un papel significativo en la protección de
los derechos de los ciudadanos y la CIDH espera que se concrete el
fortalecimiento de su mandato y de su autonomía operativa. I.
DERECHOS POLÍTICOS 15.
La Comisión considera que el aspecto más crítico y preocupante
de la situación actual de los derechos humanos en Haití es el
deterioro del ambiente político hasta el punto que parece no existir
ningún consenso político sobre la forma de consolidar la naciente
democracia del país. 16.
Desde 1997 se ha producido una crisis política prolongada en
Haiti que durante tres años dejó al país sin un Gobierno
constitucional establecido y durante 18 meses sin Parlamento. 17.
La comunidad nacional e internacional, esperaba que las
elecciones legislativas y municipales, efectuadas finalmente el 21 de
mayo 2000, iban a solucionar la crisis política con la instalación de
un nuevo Parlamento. Fue
alentador observar que el 90% de los electores haitianos capacitados
para votar se habían registrado, y que el 60% de estos electores
votaron durante la primera vuelta de las elecciones. 18.
De acuerdo con los observadores electorales nacionales e
internacionales, existieron numerosas irregularidades en el proceso
electoral. Sin embargo,
hubo consenso que la conducta general de las elecciones del 21 de mayo
de 2000, fue libre y transparente.
No obstante, la decisión de las autoridades electorales, apoyada
por el Gobierno, de determinar los resultados de las elecciones para el
Senado en forma contraria a lo que establece la ley electoral, fue
considerada por los observadores nacionales e internacionales como
ilegal e inaceptable.
19.
Esta situación provocó una crisis inmediata en el Consejo
Electoral Provisional (CEP), lo que llevó a la renuncia de dos de sus
miembros y al exilio del Presidente del Consejo.
A pesar de que tanto en Haiti como en la comunidad internacional
se expresó profunda preocupación por la ilegalidad de las elecciones
del Senado, las autoridades haitianas procedieron a organizar el 9 de
julio una segunda vuelta solamente para la Cámara de Diputados, y con
ello se pretendió validar los resultados del Senado. 20.
La Comisión ha observado que luego de estas irregularidades en
las elecciones legislativas se han intensificado la polarización política
y un clima de intimidación en Haití que afectan la consolidación de
la frágil democracia en el país.
La Comisión recibió expresiones de seria preocupación de
distintos sectores sociales y políticos, sobre el estado de derecho, la
imparcialidad de la justicia y de la policía, y por intimidaciones por
bandas organizadas dirigidas contra la libertad de expresión y reunión.
El despido o renuncia de personas que ocupaban importantes
posiciones en la comunidad, incluso su salida del país, son testimonios
de la creciente intolerancia y sensación de inseguridad personal.
21.
De otra parte, la Comisión no tiene ninguna duda sobre el
compromiso irrevocable del pueblo haitiano con la realización de sus
aspiraciones democráticas. 22.
La Comisión, por lo tanto, insta a todos los sectores en Haití
y especialmente al Gobierno, a buscar un consenso para el
fortalecimiento de la democracia. Una
resolución satisfactoria de la controversia sobre las elecciones
legislativas debería ser un elemento esencial para alcanzar dicho
consenso. 23. El
goce de los derechos humanos sólo puede realizarse dentro de una
democracia efectiva que tenga como objetivo incluir y no exluir.
La democracia esta basada no sólo en el derecho de la mayoría a
gobernar sino también, en el derecho de la minoría a disentir.
Estos derechos sólo pueden ser garantizados dentro de un
contexto institucional de vigencia del estado de derecho, debido proceso,
y plena libertad de expresión y asociación. II.
DERECHOS HUMANOS Y ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA 24.
La administración de justicia en Haití se ha caracterizado históricamente
por la debilidad de sus estructuras, la escasez de recursos, la falta de
formación adecuada de muchos de sus miembros y por su falta de
independencia frente al Poder Ejecutivo.
Todas estas características se traducen en un elevado índice de
impunidad ante el delito y en la imposibilidad de más de la mitad de la
población de acceder a la justicia.
25.
La dependencia del Poder Judicial al Poder Ejecutivo se
manifiesta, asimismo, en la designación y revocación de los Jueces de
Paz por parte del Ministro de Justicia según lo establece la Constitución
de 1987 y en que los mismos son auxiliares de los Comisarios del
Gobierno. Por otra parte,
la CIDH recibió información de que, en muchas oportunidades, las
decisiones judiciales no se cumplen, lo que en la práctica afecta la
independencia y efectividad del Poder Judicial. 26. La
CIDH recibió numerosas denuncias relativas al incumplimiento en Haití
de las normas del debido proceso establecidas en la legislación
haitiana y en la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
Esas denuncias incluyen: a)
La falta de investigación de los delitos que se cometen;
b) En numerosas
oportunidades se viola el plazo de 48 horas para la presentación del
detenido ante un Juez, el cual deberá decidir sobre la legalidad de la
detención, según lo establecido en el artículo 26 de la Constitución;
c) El derecho a la
defensa se ve afectado en gran medida porque el Estado no provee
defensores públicos y la gran mayoría de las personas procesadas no
pueden pagar defensores privados; d)
La gran mayoría de las personas procesadas se encuentran
detenidas preventivamente sin sentencia por períodos más allá del
plazo razonable como lo establece el artículo 8 de la Convención
Americana. e) La
inefectividad del habeas corpus; f)
Presiones a jueces cuando deben adoptar decisiones que afectan
intereses del sector político. La
CIDH reitera que el derecho a un debido proceso es una condición
esencial para la protección de los derechos humanos y fundamental para
la democracia. La información
recibida sobre estos aspectos resulta altamente preocupante para la CIDH
sobre la base de su amplia experiencia hemisférica, por lo que en su
Informe final analizará detalladamente este importante tema. 27.
La CIDH ha tomado conocimiento de diversas iniciativas que
tienen como objeto la Reforma del Poder Judicial para
modernizarlo y hacerlo más eficiente.
La Comisión espera que éstas puedan desarrollarse a corto plazo
y expresa la importancia de un sistema judicial competente,
independiente e imparcial. La CIDH desea destacar la importante labor que ha venido
desarrollando la Escuela de la Judicatura en la formación de los nuevos
jueces. 28. La
CIDH fue informada de los trágicos sucesos ocurridos el 28 de mayo de
1999 durante una aglomeración de la población en Carrefour-Feuilles
situada al Sur-Este de la capital, donde murieron 11 personas víctimas
de la agresión por parte de agentes de la Policía Nacional de Haití.
La CIDH expresa su satisfacción por el inicio del juicio el 21
de agosto de 2000 y espera la debida conclusión del proceso, el castigo
a los culpables y la indemnización a las víctimas. 29. Por
otra parte, la CIDH insta al Estado haitiano a continuar sus esfuerzos
para combatir la impunidad de los hechos investigados por la Comisión
Nacional de la Verdad y la Justicia de Haití.
Con relación a las mismas, también recibió información de que
en octubre de 1999, el Juez que investiga el caso
Raoul Cedras y otros altos oficiales –la mayoría de ellos viven
fuera del país—dictó cargos en contra de los inculpados por la autoría
intelectual de los homicidios cometidos durante el período
correspondiente a su mandato. La
CIDH urge que los esfuerzos para extraditar, juzgar y castigar estas
personas continúen hasta que se haya alcanzado la justicia en este caso.
Asimismo, la CIDH recibió información que en el caso
Raboteau –el cual se refiere a una masacre ocurrida en 1994--
comenzará el juicio el 12 de septiembre de 2000, sin embargo, en relación
con la masacre en 1993 en Cité
Soleil, la CIDH no ha recibido información de que haya tenido algún
resultado. La Comisión
reitera en esta ocasión el principio de que frente a las violaciones de
los derechos humanos el Estado tiene la obligación irrenunciable de
investigar, sancionar a sus responsables e indemnizar a las víctimas.
30. La
CIDH se entrevistó con las autoridades penitenciarias y visitó la
Penitenciaría Nacional y el Fuerte Nacional.
La CIDH comprobó los esfuerzos realizados en los últimos años
por mejorar la situación de los detenidos.
Sin embargo, debe señalar que
la escasez de recursos y el hacinamiento en que viven los detenidos en
condiciones infrahumanas atentan contra la integridad, la salud y la
dignidad de los mismos. El numero de detenidos en 19 cárceles en todo el país es de
3.800 de los cuales 2.200, que representan el 48%, se encuentran en la
Penitenciaria Nacional cuya capacidad es de 1.200 personas.
Asimismo, la CIDH encontró tres niños menores de 18 años en
celdas de la Penitenciaría Nacional, uno de los cuales, en las celdas
de castigo. La CIDH se
encuentra preocupada por esta situación e insta al Estado que sea
corregida. 31.
En relación con la
seguridad ciudadana, la CIDH fue informada del mejoramiento de la Policía
Nacional, de sus efectivos, planes de capacitación y mecanismos de
supervisión. La CIDH debe
destacar que la existencia de 5.600 efectivos policiales para garantizar
la seguridad de 8 millones de habitantes en todo el territorio es
manifiestamente insuficiente. Las
mismas autoridades reconocen que la policía se concentra en las zonas
urbanas y que prácticamente no hay presencia policial en las áreas
rurales. Esta ausencia ha
permitido abusos y casos de linchamiento por parte de la población como
la ocurrida en Belle Fontaine, del 5 al 8 de agosto en curso, en donde más
de 1.000 campesinos se movilizaron para linchar a un grupo de jóvenes a
los que consideraban responsables de numerosos robos de ganado.
También, la CIDH recibió denuncias de la existencia de abusos y
tratos degradantes, asi como de torturas y ejecuciones extrajudiciales
por parte de la Policía Nacional que comportan delitos de lesa
humanidad que no prescriben. III.
DERECHO A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN 32. La
Comisión Interamericana de Derechos Humanos da la más alta importancia
a la libertad de expresión, un derecho fundamental para garantizar el
pleno ejercicio de la democracia y el estado de derecho y para ello
cuenta con una Relatoría Especial sobre Libertad de Expresión.
La Comisión pudo observar en Haití un debate pluralista en los
medios de comunicación con opiniones encontradas, permitiendo ventilar
diferentes puntos de vista que enriquecen la información que tiene el
pueblo y el Gobierno. Sin
embargo, la CIDH recibió diversas quejas de periodistas relativas a
amenazas de que son objeto, las cuales se incrementan en períodos pre-electorales
y producen un ambiente de inhibición que fomenta la autocensura. 33. La
CIDH recibió información sobre las circunstancias del asesinato del
destacado periodista Jean Dominique, el 3 de abril pasado, y sobre el
estado en que se encuentra la investigación. La CIDH otorga la más alta prioridad al esclarecimiento de
este crimen contra la libertad de expresión. IV.
DERECHOS DE LA MUJER Y DE LOS NIÑOS 34. La
CIDH recibió información sobre la situación de las mujeres en Haití.
En particular, sobre la violencia doméstica y las diversas
formas de discriminación que las efectan.
Las tasas de mortalidad de mujeres durante el parto continúan
siendo altas dadas las deficiencias en las condiciones sanitarias.
La discriminación en la educación se manifiesta en la disminución
del acceso a los niveles superiores de educación. 35. La
CIDH también otorga una atención primordial a la situación de los
derechos del niño, y dentro de este contexto acaba de crear una Relatoría
Especial sobre los Derechos del Niño. La CIDH recibió además denuncias sobre serias situaciones
que afectan los derechos del niño, entre las que se destacan: la falta
de escolaridad, el trabajo infantil y graves denuncias sobre explotación
sexual y abusos cometidos contra los niños qui
reste-avec. La Comisión
analizará seriamente las denuncias recibidas y las demás situaciones
que afectan a los derechos del niño haitiano. 36. Finalmente,
la CIDH desear expresar su agradecimiento al Gobierno de la República
de Haití, en la persona de su Presidente, señor René Preval, al
Ministerio de Relaciones Exteriores y a las demás autoridades estatales,
por la hospitalidad, facilidades y colaboración que brindaron a la CIDH
para la realización con éxito de esta visita, así como a los diversos
sectores de la sociedad civil, a las organizaciones no gubernamentales y
a los particulares que en forma franca y transparente contribuyeron con
sus valiosos testimonios y documentación al eficaz cumplimiento de su
misión durante la visita. 37. De
acuerdo con las funciones que le atribuyen la Carta de la OEA, la
Convención Americana y los demás instrumentos jurídicos
internacionales aplicables, la Comisión continuará el seguimiento de
la situación de los derechos humanos y elaborará en los próximos
meses un Informe Final, el cual contendrá las conclusiones y
recomendaciones que le formulará la Comisión al Estado haitiano
teniendo en cuenta la situación real del país y de su cultura.
Dicho informe luego de cumplir los trámites reglamentarios, será
hecho público dándose a conocer a la sociedad haitiana y a los demás
Estados miembros de la OEA. La
CIDH reitera su deseo de continuar colaborando con las autoridades y con
el pueblo de Haití, dentro del marco de su competencia, a fin de
contribuir al fortalecimiento de los mecanismos internos e
internacionales para la defensa y protección de los derechos humanos
dentro del marco del Estado Democrático y Constitucional de Derecho. Port
au Prince, Haití, 25 de agosto de 2000 |